Por Andrew Buncombe y Justin Huggler*
Desde Washington y Bagdad

Un grupo vinculado con Al Qaida difundió ayer un video con imágenes de cinco de sus miembros decapitando a un empresario norteamericano en Irak en venganza por el abuso de prisioneros en la prisión Abu Ghraib por parte de tropas norteamericanas. El cuerpo del hombre después fue tirado en un paso de una autopista de Bagdad. El video, de baja calidad, fue difundido por Internet en una página que ya ha sido utilizada en varias ocasiones por el grupo, muestra a los hombres con pañuelos y pasamontañas parados alrededor del norteamericano antes de decapitarlo con un cuchillo grande. El hombre se identifica como Nick Berg y se escucha un grito mientras es ejecutado.
La difusión del video por el grupo Muntada al Ansar se agrega a la fuerte presión a la que se enfrenta la administración Bush mientras busca lidiar con las consecuencias políticas del escándalo de los abusos a prisioneros. La administración había predicho que las fotos de los abusos y de la humillación sexual de prisioneros que se habían publicado en todo el mundo árabe harían que la ya peligrosa situación lo sea aún más para las tropas norteamericanas y para los civiles. Este oscuro pronóstico parece haber sido comprobado con la difusión del video titulado “Abu Musab al Zarqawi masacrando a un norteamericano”. En el video se dice que Zarqawi, jordano y segundo de Osama bin Laden, es el que decapita a Berg, aunque algunas informaciones dicen que los oficiales de inteligencia no creen que la voz del video sea de Zarqawi. Estados Unidos ha ofrecido 10 millones de dólares por información que lleve a la captura o la muerte de Zarqawi, cuyo nombre verdadero es Ahmad Fadhil al Khalayleh, diciendo que está intentando construir una red de militantes extranjeros en Irak para que trabajen para Al Qaida.
Ayer, los padres de Berg, de Westchester, un suburbio de Filadelfia, confirmaron que las autoridades norteamericanas les habían informado que el cuerpo de su hijo había sido recuperado cerca de una autopista en Bagdad el sábado. Michael y Suzanne Berg dijeron que les habían dicho que su hijo había sido decapitado.
En el video, Berg, de 26 años, dueño de una empresa de equipamiento telefónico que fue a Irak en busca de contratos para reconstruir antenas, es visto atado a una silla blanca de plástico con un mameluco naranja, similar a los que utilizan los prisioneros en las cárceles norteamericanas. Se escucha que dice: “Mi nombre es Nick Berg, el nombre de mi padre es Michael, el de mi madre es Suzanne. Tengo una hermana y un hermano, David y Sarah. Vivo en... Filadelfia”. Después de que termina de leer la declaración, se ve a los hombres enmascarados tirando a Berg hacia un costado y después poniéndole un cuchillo en el cuello. Se escucha un grito mientras uno de los hombres lo decapita, al grito de “Allahu Akbar”. El verdugo después sostiene la cabeza decapitada frente a la cámara. La ejecución hace recordar al asesinato de Daniel Pearl, el periodista del Wall Street Journal que fue ejecutado en Pakistán después de haber sido tomado como rehén por miembros de Al Qaida en enero de 2002 y de aparecer en un video diciendo: “Mi madre es judía. Mi padre es judío... Yo soy judío”.. También fue decapitado y su cuerpo fue mutilado.
Una declaración leída por uno de los hombres en el video dice: “A las madres y esposas de los soldados norteamericanos, les decimos que le hemos ofrecido a la administración norteamericana intercambiar este rehén por algunos de los detenidos en Abu Ghraib y ellos se negaron. Así que les decimos que la dignidad de los hombres y de las mujeres musulmanas en Abu Ghraib y otros no se redime más que con sangre y almas. Ustedes no recibirán otra cosa de nosotros que ataúdes y más ataúdes... masacrados de este manera. ¿Cómo puede dormir bien un musulmán libre cuando ve al Islam masacrado y a su sangrante dignidad y las fotos de la vergüenza y las noticias del diabólico desdén hacia la gente del Islam –hombres y mujeres– en la prisión de Abu Ghraib?”.
El padre del ejecutado, Michael, culpó a la administración Bush por crear las circunstancias que llevaron a la muerte de su hijo. “No creo que esta administración esté comprometida con la democracia”, sostuvo.

*De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Ximena Federman.