EL MUNDO
› GOLPES ENTRE SIONISTAS Y PROPALESTINOS EN FRANCIA
La violencia también llega a Europa
› Por Eduardo Febbro
Expulsado de Israel por haber penetrado en Ramalá cuando este territorio palestino había sido declarado “zona de guerra cerrada” por las autoridades militares de Israel, el líder francés de la Confederación Campesina, José Bové, llegó ayer a París en medio de un violento tumulto. Partidarios y adversarios de los palestinos se enfrentaron crudamente en los pasillos del aeropuerto parisino de Orly. Militantes de la organización sionista Betar agredieron verbal y físicamente a los miembros de la asociación Francia-Palestina-Solidaridad (AFPS).
Golpes con barras, bombas lacrimógenas, patadas y robo de los documentos de identidad fueron los ingredientes de un menú tanto más exacerbado cuanto que, en los últimos 5 días, varios incidentes antisemitas se registraron en el territorio francés. Los manifestantes empezaron a enfrentarse con las pancartas antes de terminar a las trompadas: los miembros del grupo Betar llevaban afiches donde podía leerse “Arafat asesino”. Los partidarios del Presidente de la Autoridad Palestina tenían los suyos con la mención: “Sionistas, fascistas, ustedes son los terroristas”.
El testimonio de José Bové agregó más dramatismo a los ya numerosos testimonios sobre las condiciones de vida en los territorios palestinos, particularmente en Ramalá. Según contó Bové, él y otros miembros de las ONG que estuvieron en la sede de la presidencia de Arafat antes de ser expulsados de Israel, pasaron las últimas 48 horas “en un campo de detención del ejército israelí. Hemos visto escenas espeluznantes: hemos visto palestinos encerrados en campos con alambres de púa, controlados por centenas de soldados. Hemos visto cómo centenas de palestinos fueron saqueados en propias casas mientras, de rodillas, en medio de la noche y el frío y con los ojos vendados, esperaban durante horas ser interrogados. Es algo totalmente insoportable”. Bové aseguró que cuando la comitiva salió de Ramalá “el ejército israelí entró en un centro médico y destruyó todos los medicamentos destinados a los civiles”. Para el líder campesino francés, “la situación es de guerra total contra la población civil. En Ramalá no hay más agua porque las aplanadoras israelíes arrasaron con todo”. Bové estimó que cuando viajó en junio pasado a los territorios palestinos se encontró “con una ocupación mientras que ahora se trata de una guerra total”.