Mié 02.01.2002

EL MUNDO  › MAS ENFRENTAMIENTOS EN LA FRONTERA DEL KASHMIR

Entibiando la Guerra Fría

India y Pakistán intercambiaron disparos en el Kashmir. Hubo 13 muertos. También intercambiaron informes sobre sus arsenales atómicos, mientras Washington y Londres buscan aplacar las aguas.

Dicen no querer una guerra, pero continúan atacándose. La confrontación entre India y Pakistán en la frontera común de Kashmir parece incrementarse con cada minuto que pasa. Ni siquiera la perspectiva de futuras conversaciones, o el arresto de miembros de grupos extremistas islámicos por parte del gobierno paquistaní –a los que India responsabiliza por el ataque a su Parlamento– hicieron que se aquietaran las aguas. Por el contrario, Pakistán acusó ayer a India de continuar desplegando tropas en la zona del Himalaya. Al menos 11 soldados paquistaníes y dos indios murieron en enfrentamientos, y otros ocho de la organización islámica Jaish-e-Mohammad cayeron en enfrentamientos con tropas indias. Además, varios testigos dijeron que hubo disparos de mortero indios hacia la zona del Kashmir controlada por Pakistán. Buscando enfriar la guerra larvada, ambos países intercambiaron ayer información sobre sus infraestructuras nucleares.
“A lo largo de toda la frontera, hay un continuo despliegue militar de la India y una concentración muy superior a todo lo que habíamos visto en el pasado”, aseguró ayer el portavoz del gobierno paquistaní, el general Rashid reshi. Con este argumento, Pakistán continuó ayer tomando “medidas de defensa adecuadas para no verse sorprendido”, explicó. Bajo una intensa presión de Washington y Londres, ambos países tienen la perspectiva de conversaciones entre sus líderes en un encuentro regional en Nepal hacia fin de esta semana. La tensión, que ha ido en aumento desde el ataque al Parlamento indio el pasado 13 de diciembre, ha implicado que se tomaran medidas como la reducción de las representaciones diplomáticas, el cierre de su espacio aéreo a los aviones del país vecino y el corte de comunicaciones terrestres.
En su mensaje de Año Nuevo, el primer ministro indio, Atal Bihari Vajpayee, se dirigió a los paquistaníes: “Despójense de su mentalidad antiindia”, “entiendan” que lo ocurrido en el Congreso “no debe subestimar la naturaleza diabólica de la conspiración planeada por sus mentores a través de las fronteras”. Con estas palabras, el mandatario indio volvió a referirse a su sospecha: las fuerzas de inteligencia paquistaníes apoyan y financian a los grupos separatistas islámico, entre ellos, Lashkar-e-Taiba y Jaish-e-Mohammad. Por su parte, el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, cedió ante la presión internacional el domingo por la noche con el arresto de Hafiz Mohammed Saeed, líder hasta hace unos días de la línea dura del grupo islámico Lashkar-e-Taiba. Con esta detención y la de alrededor de 100 activistas de grupos extremistas con base en Kashmir bajo control paquistaní, Musharraf consiguió el apoyo de Estados Unidos y Gran Bretaña.
De vacaciones en su rancho de Texas, el presidente norteamericano George Bush dijo: “El hecho de que persiga a los terroristas es una buena señal”. Una fuente diplomática de Londres afirmó: “El presidente Musharraf actuó como debe hacerlo un jefe de Estado”. En tanto, autoridades británicas anunciaron ayer que el primer ministro Tony Blair va a visitar ambos países la semana próxima para alejar el peligro de una guerra.
De acuerdo con distintos informes, 17 posiciones paquistaníes y dos indias fueron destruidas ayer por los disparos que realizan ambos ejércitos desde el lunes. Las tropas paquistaníes bombardearon las posiciones indias con proyectiles de mortero de 122 milímetros y cohetes, en las zonas de Palnoia, Janguard, Kalal y Lam, lo que llevó a las tropas indias a realizar nuevos ataques. Las fuerzas indias dispararon cohetes, proyectiles de mortero y granadas sobre las posiciones paquistaníes en respuesta a lo que las fuentes calificaron de “ataque sin provocación alguna por nuestra parte”. Los paquistaníes también dispararon sobre posiciones indias en el centro y el sur de los sectores de Siachen y Turtuk, Chorbatla y Drass, en la región de Kargil. En esta zona no se informó de la existencia de víctimas por parte del ejército indio.
Asimismo, cada día que pasa se registra un número cada vez mayor de pobladores que se escapan de una decena de pueblos fronterizos. “Lasituación es tensa. La gente huye a causa de los movimientos de tropas paquistaníes y del arsenal militar desplegado en la frontera”, aseguró Mohamad Malik, habitante del pueblo Lullu.
Entre el lunes y ayer, hubo varios arrestos en el sur de Pakistán. Se trató de 22 seguidores de Lashkar y Jaish, cuyo líder, Maulana Masood Azhar, fue arrestado la semana pasada. En medio de la persecución de militantes en Pakistán, India dijo que había arrestado un militante de Nueva Delhi el domingo por la noche. Las autoridades dijeron que Mohammed Yunus estaba llevando un artefacto explosivo de 122 milímetros, y había confesado que sus comandantes de Lashkar en Pakistán lo habían enviado a detonar los explosivos en la capital india en la noche de año nuevo. India ha entregado a Pakistán una lista de los 20 militantes sospechados que querría ver arrestados.

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