EL MUNDO
› LA RESPONSABILIDAD POR LAS TORTURAS SE ACERCA A BUSH
Ahora es tu turno, Condoleezza
Después de las denuncias contra el secretario de Defensa Donald, Rumsfeld, la visita de una ayudante de Condoleezza Rice a la prisión de Abu Ghraib mientras ocurrían los malos tratos a presos iraquíes abre nuevas interrogantes acerca de qué pudo saber la Casa Blanca sobre estos abusos. La visita de Fran Townsend ha sido revelada por el teniente coronel Steven Jordan, a cargo de los interrogatorios en la penitenciaría, en un testimonio jurado ante los investigadores militares que tratan de esclarecer esas torturas. En su testimonio, que publicó ayer en exclusiva el periódico USA Today, Jordan cita la visita de Townsend como un ejemplo de la presión ejercida por la Casa Blanca y el gobierno de EE.UU. para obtener más información de los presos en los interrogatorios.
El teniente coronel indica que el pasado septiembre se le informó que la Casa Blanca quería excluir a los servicios de inteligencia militares de los interrogatorios, ante el aumento de los episodios de violencia en el país árabe que se estaban cobrando diariamente vidas de soldados de EE.UU. Entre octubre y diciembre del año pasado se produjeron los peores abusos contra los presos de Abu Ghraib, período que coincidió con un agravamiento de la resistencia iraquí. Jordan es, junto con su superior, el coronel Thomas Pappas –comandante de la 205 Brigada de Inteligencia Militar, cuyos soldados participaron en los interrogatorios–, uno de los militares que figuran como responsables de los abusos en la investigación sobre las torturas dirigida por el general Antonio Taguba.
En “muchas, muchas ocasiones” se le recordó, según Jordan, la necesidad de mejorar la información proveniente de los detenidos y la presión incluyó la visita de Townsend, que el pasado otoño era la “número dos” de la asesora de Seguridad nacional, Condoleezza Rice, para asuntos de antiterrorismo. En una serie de entrevistas concedidas ante la publicación del reportaje en USA Today, Townsend reconoce que visitó la prisión y recorrió una de las unidades de celdas pero “nunca hablamos sobre interrogatorios o técnicas de interrogatorio”. “No era el objetivo”, indicó la funcionaria, quien negó que su viaje hubiera tenido como motivo presionar a los militares. “Lo que quería era entender cómo obtenían la información y qué era lo que hacían con ella, de modo que yo pudiera hacer más efectiva la distribución de esa información” entre los distintos organismos gubernamentales, agregó.
Pero la confirmación de su visita a la cárcel hace surgir las dudas acerca de lo que verdaderamente sabía la Casa Blanca sobre lo que ocurría en Abu Ghraib. El presidente de EE.UU., George W. Bush, ha negado que hubiera autorizado torturas a los presos iraquíes y ha asegurado que “no toleraremos este tipo de abusos”, que tacha de “aborrecibles”.