EL MUNDO
Un tiro a la cabeza
El ejército israelí logró matar ayer al jefe de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa para toda Cisjordania, durante una mortífera operación militar realizada en la cashba de Nablus. Nayef Abu Charej, de 42 años, era buscado desde hacía varios años por las fuerzas de seguridad israelíes que lo acusaban de una serie de ataques sangrientos, entre ellos un atentado en el barrio Neve Shaanan de Tel Aviv que había dejado 23 muertos en 2002. Charej fue abatido en un escondite junto con otros seis activistas armados que se habían refugiado en el lugar. Los soldados israelíes lanzaron granadas al interior del escondite, situado dentro de una vivienda. Grupo armado vinculado Al Fatah, el movimiento de Yasser Arafat, las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa publicaron de inmediato un comunicado anunciando represalias y su voluntad de “responder de una forma nunca vista atacando soldados, colonos y en Israel incluso”. En total, siete activistas palestinos armados murieron este sábado durante la operación israelí en Nablus. La víspera, los soldados habían matado a otros dos palestinos, no armados. Nabil Abu Rudeina, el principal consejero del dirigente Yasser Arafat, condenó “los crímenes israelíes en Naplusa que constituyen una escalada peligrosa”.