La violencia en Irak sigue en aumento, en lo que The New York Times ya llama el Vietnam de Bush. Al menos 23 personas murieron en un ataque suicida con coche bomba en Kirkuk, al norte de Irak. Cuatro personas murieron en un bombardeo que realizó ayer Estados Unidos sobre un barrio de Faluja, contra un puesto de control de hombres armados vinculados al islamista jordano Abu Mussab al Zarqaui. El canal árabe Al Jazeera difundió un video del grupo Tawhid y Jihad dirigido por el jordano que muestra imágenes de tres rehenes, y dan un ultimátum de 48 horas para que se libere a las mujeres prisioneras. Otro grupo insurgente autodenominado Brigadas Salafistas de Abu Bakr al Siddiq anunció en un video, difundido por el mismo canal, la captura de diez rehenes que trabajan para una compañía turco-norteamericana y amenazó con matarlos si la empresa no se retira del país. Un responsable del Observatorio Islámico de Londres señaló que un comunicado atribuido al Ejército Islámico en Irak afirma que se llegó a un acuerdo para liberar a los dos periodistas franceses, a condición de que cubran “las actividades de la resistencia”. La semana dejó más de 300 muertos y puso en evidencia las dificultades que enfrentará el país para celebrar elecciones presidenciales en la fecha prevista de enero de 2005.