Dieciséis millones de dólares. Esa sería la fortuna personal que acumuló el ex dictador chileno Augusto Pinochet, según informó ayer el diario El Mercurio. La cifra, que se atribuye a informes del Consejo de Defensa del Estado (CDE), una especie de fiscalía que asesora al gobierno chileno, triplica el monto reconocido por la defensa del ex dictador, que había estimado su patrimonio en unos 5 millones de dólares.
Los datos estimados corresponden a la información recabada por el CDE antes de que Oscar Aitken, asesor de Pinochet, dijera que éste podría justificar hasta 16 millones de dólares tras el hallazgo de cuentas secretas del ex dictador en el Riggs Bank estadounidense. Aitken sostuvo que semejante monto se explicaría por una administración de dinero de Pinochet por parte de funcionarios del Riggs con rendimientos superiores a un 30 por ciento anual en dólares. Los abogados que defienden al millonario asesino han señalado que reunió su patrimonio con ahorros, donaciones y la rentabilidad de inversiones que realizaron sus asesores financieros. Sin embargo, aun si esto fuera así, posiblemente se estaría ante el delito de evasión tributaria porque los ingresos no fueron declarados, lo cual está bajo investigación del Servicio de Impuestos Internos. El CDE sospecha que en este caso se configura el delito de “lavado de dinero” proveniente de actos de corrupción, por lo cual el organismo, que tiene acceso a la investigación y actúa como querellante, estudia la posibilidad de pedir la ampliación de las acciones judiciales.
La fortuna de Pinochet quedó al descubierto hace dos meses, luego de que una comisión de Senado de Estados Unidos revelara que el ex dictador mantuvo entre 1994 y el 2002 cuentas bancarias en el Riggs Bank de Washington, con depósitos de entre 4 y 8 millones de dólares. El hallazgo originó una causa judicial en Chile a cargo del magistrado Sergio Muñoz, que investiga si el dinero es producto de un enriquecimiento ilícito durante su dictadura. A la vez motivó una controversia sobre el monto de dinero oculto propiedad de Pinochet, minimizado por sus abogados defensores. La investigación de su fortuna pone fin al mito de que Pinochet fue un dictador “honrado”.
Pinochet enfrenta además la posibilidad de otro juicio para determinar su responsabilidad en los crímenes de la “Operación Cóndor”, que coordinó a las dictaduras sudamericanas en la década de los ’70 para el exterminio de opositores. El juez Juan Guzmán Tapia debe decidir una nueva fecha para interrogar a Pinochet, después de que suspendiera ese trámite en dos ocasiones cuando la defensa cuestionó su imparcialidad.
El ex dictador, que el viernes abandonó el Hospital Militar de Santiago tras estar afectado por un cuadro de bronquitis, tenía una inmunidad especial desde que el Parlamento le reconoció hace dos años su condición de ex presidente de la república. Sin embargo, la existencia de las cuentas secretas fue un factor determinante en el veredicto que lo desaforó. Pinochet poseía sólo una modesta casa de clase media y un pequeño automóvil cuando llegó al poder en 1973, pero 17 años después se retiró con una fortuna superior a un millón de dólares. La investigación de su fortuna pone fin al mito, cuestionado en Chile, de que Pinochet fue un dictador “honrado”. Han circulado versiones sobre el enriquecimiento de Pinochet y su familia en Chile desde que dejó el poder, pero nunca con la fuerza que adquirieron a partir del informe del Senado estadounidense.
Hace unos días, el diputado derechista Maximiliano Errázuriz declaró que Pinochet, de 88 años, “siente que su fin se aproxima”. “A la gente que lo ha ido a ver (al hospital) le ha expresado sus agradecimientos por todo lo que han hecho por él”, esto “ha sido interpretado como una suerte de despedida”, añadió. Bueno, pero por lo menos tiene 16 millones de dólares.