Por Eric Silver*
Desde Jerusalén

Estados Unidos planea vender a Israel 500 “bombas rompebunkers” que podrían destruir los depósitos y laboratorios nucleares subterráneos de Irán. Las fuentes de seguridad en Tel Aviv dijeron ayer que sería parte de un paquete, cuyo costo sería 319 millones de dólares, de bombas de lanzamiento aéreo financiadas por colaboradores militares norteamericanos. Las noticias se conocieron el mismo día en que Irán reiteró su determinación de continuar su programa de enriquecimiento de uranio, en desafío del organismo inspector de las Naciones Unidas, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
Gholamreza Aghazadeh, líder de la Organización de Energía Atómica de Irán, le dijo a la prensa en la sede central de la AIEA, en Viena, que habían comenzado a convertir 37 toneladas métricas de concentrado de uranio, conocido también como “pasta amarilla”, que puede ser usado para centrífugos nucleares, lo que es un paso crucial hacia la fabricación de una bomba. “Algunas de las 37 toneladas han sido usadas”, dijo. “Los testeos han tenido éxito, pero continúan.” Diplomáticos occidentales no están convencidos ante la insistencia de Teherán de que el programa sea para propósitos civiles, sobre todo porque Irán tiene una de las mayores reservas de petróleo mundiales. Casi no necesita centrales de energía. Mohamed el Baradei, director de la AIEA, instó nuevamente a Irán a suspender sus pruebas.
Los rompebunkers son teledirigidos por satélites y láseres. Pueden ser lanzados desde la avanzada flota de F-15 norteamericanos que posee Israel, que participó en los bombardeos de 1981 contra el reactor Ossirak de Saddam Hussein. Pueden penetrar hasta nueve metros de tierra y concreto. Israel ha encargado una compra de un escuadrón de modernos F-16 lanzabombarderos de larga distancia que podrían cargar las nuevas armas. Israel, en posesión de aproximadamente 100 a 200 ojivas nucleares, es el único Estado de Medio Oriente del que se sabe que posea armas nucleares.
Las armas podrían ser desplegadas contra enemigos potenciales, como Siria, Egipto e Irak, que han almacenado armas de avanzada en dependencias subterráneas fortificadas.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Alicia B. Nieva.