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› IRAK ES EL NUEVO CENTRO DE LAS ELECCIONES NORTEAMERICANAS
Con la ayuda del jefe del Estado 51
Iyad Allawi, primer ministro interino de Irak, hizo campaña ayer, pero no para las elecciones previstas en su país en enero sino para las norteamericanas de noviembre. Junto a Bush, afirmó en Washington que su país va hacia “la libertad y la democracia”.
Por Rupert Cornwell*
Desde Washington
Grandes zonas del país podrán estar en manos rebeldes, las fuerzas norteamericanas podrán sufrir docenas de ataques diarios y el británico Ken Bigley podría enfrentarse a una inminente ejecución. Pero para George W. Bush e Iyad Allawi ayer esos eran obstáculos menores en el camino hacia “la libertad y la democracia” de Irak.
Durante cuatro horas, el primer ministro interino iraquí estuvo en el centro de la campaña por la reelección del presidente estadounidense. Dio un mensaje al electorado: no importa la apariencia de caos en el terreno, Irak está haciendo un progreso sostenido y cualquier retirada tendría tremendas consecuencias. Y en perfecta sintonía, Bush dijo que Estados Unidos no se iría de Irak ni podría hacerlo hasta que el trabajo estuviera terminado. Y que no habría ninguna negociación con los militantes radicales que secuestraron a Bigley. El envalentonado mensaje de Washington contrastaba con los pedidos de súplica de la familia del rehén. En un mensaje televisado, la madre de Bigley, de 86 años, rogó que su hijo volviera a su casa con vida, una hora después de que Tony Blair telefoneara a la familia por segunda vez esta semana.
Bush dijo que estaba “disgustado” con las decapitaciones a comienzos de semana de dos norteamericanos que habían sido secuestrados junto al británico. Pero subrayó: “No me voy a rendir”. “Irak forma parte de la guerra contra el terrorismo, y si Estados Unidos fracasa allí, es nuestra seguridad la que estará en problemas; los insurgentes podrían planear ataques en cualquier parte.”
En esa misma línea habló Allawi. De hecho, lo que dijo podría haberlo dicho el mismo Bush. Ayer quedó evidenciado qué cerca está la suerte de ambos. El éxito de Allawi es vital para la campaña de reelección de Bush, pero el premier iraquí depende de las fuerzas militares de Estados Unidos para su supervivencia. Las elecciones a fin de enero se celebrarán según lo planeado, declaró Allawi, ante las dudas de varios expertos. “No serán perfectas”, admitió, pero “serán libres y justas”. De las 18 provincias iraquíes, 14 o 15 están seguras, señaló, desmintiendo que la mayoría de las ciudades estén en manos insurgentes.
La aparición de Allawi en Washington llega en un momento crucial, dado que Irak es el centro de la campaña, con el candidato demócrata John Kerry atacando a Bush a diario por su fracaso de cálculo en ese país. Haciendo campaña en el estado clave de Ohio, Kerry señaló que el presidente actual miente sobre la verdadera situación de Irak. “Estados Unidos necesita líderes que digan la verdad, fue una desgracia que el secretario de Defensa Donald Rumsfeld no dijera con certeza lo que estaba sucediendo. Esos errores serán un costo para la reputación del país en el mundo.”
Para luchar contra las imágenes del día, Kerry–sólo cuatro puntos por debajo de Bush en un sondeo divulgado ayer– dijo en Ohio que él estaba a favor de la victoria, pero que la realidad va por otro lado: “Las cosas no van mejor en Irak y tenemos que cambiar el rumbo para proteger a las tropas y vencer”. El sondeo, realizado para el diario The Wall Street Journal y la cadena de televisión NBC, encontró, sin embargo, que la mayoría de los votantes siente que la política económica de Bush los ha perjudicado y que éste es el asunto que más les preocupa en los comicios del 2 de noviembre, contrariamente a encuestas anteriores que señalaban que la guerra antiterrorista era lo que más atención recibía por parte de los votantes. En términos generales, la encuesta dio a Bush un 48 por ciento del favor de los votantes potenciales, mientras Kerry obtuvo un 44 por ciento de apoyo.
En las preguntas referidas a la lucha contra el terrorismo y la seguridad nacional, el 54 por ciento de los encuestados favoreció a Bush y un 28 por ciento a Kerry. Pero en las preguntas sobre la economía, un 48 por ciento de los consultados mostró su preferencia por Kerry, frente a un 32 por ciento que se decantó por Bush. El sondeo encontró que la economía es el asunto más importante para un 28 por ciento de los votantes, mientras que el terrorismo preocupa más a un 23 y la guerra en Irak a un 20 por ciento de los encuestados.
Karl Rove, asesor de George W. Bush, predijo ayer una cómoda reelección del presidente el 2 de noviembre al estimar que el rival no está en condiciones de ganar la contienda. En una entrevista publicada por The Washington Times, Rove sin embargo se mostró en guardia contra el impacto de los tres debates a realizarse en septiembre y octubre entre Bush y Kerry. El último “será el mejor, más importante rival que el presidente jamás haya tenido”, afirmó. “Kerry es arriesgado y peligroso. (...) Es un atacante”, subrayó.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.