El líder izquierdista Tabaré Vázquez afianza su ascenso en las intenciones de voto de los uruguayos y una mayoría de encuestas le asigna el triunfo en la primera vuelta electoral del 31 de octubre, en medio de una campaña con ataques y contraataques, a veces personales, entre los candidatos. Un sondeo de la consultora Doxa, revelado ayer, adjudica a Vázquez un 54% de las intenciones de votos, mientras que la encuestadora Cifra, que hace un mes registraba un 46% a favor del líder del Frente Amplio, constató un crecimiento del apoyo electoral al 48%, lo que afirma la pretensión de ganar en la primera vuelta.
Con la divulgación de estos sondeos, suman cuatro las encuestas que en los últimos días dan a Vázquez ganador absoluto el próximo 31 de octubre, sin necesidad de ballottage un mes más tarde: Doxa (54%), Ipsos-Mora y Araújo (55%), Radar (52%) y Fáctum (52,5%). El adversario más próximo, Jorge Larrañaga, del Partido Nacional, solamente puede aspirar a una competencia más pareja si él y Vázquez pasan a un eventual segundo turno el 28 de noviembre, porque las intenciones de voto a su favor oscilan ahora del 27% (Ipsos-Mora y Araújo) al 33,5% (Fáctum). El gobernante Partido Colorado, que postula al ex ministro del Interior, Guillermo Stirling, estaría totalmente fuera de carrera según las encuestas, que le adjudican de 7% (Ipsos-Mora y Araújo) a 10,5% (Fáctum) de respaldo popular. En el primer turno electoral de 1999, el Frente Amplio obtuvo 40% y se convirtió en la fuerza mayoritaria del país, pero Vázquez perdió en segunda ronda ante el actual presidente Batlle por 54% a 46%.
En ese panorama, el clima de la campaña electoral subió de temperatura con una noticia publicada el viernes en el semanario Tres Puntos de Paysandú, de donde es oriundo Larrañaga, donde se acusó al candidato nacionalista de golpear a su esposa. Una semana atrás, el semanario Brecha informó que Larrañaga había obtenido un subsidio por renunciar al Senado, que le permitiría cobrar unos 100.000 dólares en tres años. El candidato de los blancos acudió con su esposa, Ana María Vidal, a canales de televisión y a redacciones de diarios de su país, para negar la existencia de violencia familiar, y atribuyó los ataques a una campaña sistemática en su contra orquestada por el Frente Amplio.
Después de que Tabaré Vázquez le rechazara a Larrañaga un debate público, la disputa entre los dos partidos encontró en los senadores Luis Alberto Heber, del Partido Nacional, y José Mujica, ex guerrillero tupamaro, del Frente Amplio, a los protagonistas del enfrentamiento verbal partidista. Ambos senadores acordaron públicamente ayer realizar un debate en un estadio de fútbol en el Cerro, barrio obrero de Montevideo. La condición fue establecida durante un acto partidario por Mujica, quien al aceptar el desafío de Heber dijo que estaba dispuesto al enfrentamiento de ideas si la discusión se hacía “en medio del Estadio de Cerro, con un kilo de arroz como cobro de entrada; ya que vamos hacer circo, que por lo menos sirva para algo”. Por otro lado, el asesor en política internacional de Brasil, Marco Aurelio García, dijo ayer en Montevideo que Vázquez es un “hombre de consenso” como el mandatario de su país, Luiz Inácio Lula da Silva. “Vázquez tiene ese poder aglutinador que Lula siempre tuvo”, afirmó en una charla con corresponsales brasileños.