Mar 05.10.2004

EL MUNDO  › VOLUNTARIOS VIAJAN POR EE.UU. EMPADRONANDO A CIENTOS DE MILES DE NUEVOS VOTANTES

Los anti-Bush, arma secreta de Kerry

Un gran movimiento de científicos, sindicatos, artistas y ONG hace giras en estados clave para sacar a Bush de la Casa Blanca. Su rival demócrata apoyó la investigación de células madre y el presidente defendió su política fiscal de reducción de impuestos.

Por Jim Cason y David Brooks *
Desde Washington y Nueva York

Son millones. Es el arma secreta de Kerry, y bien podría ser el factor decisivo de su campaña y de esta contienda electoral. Pero no es de Kerry. Es el gran movimiento anti-Bush que ha surgido en este país para “retomar” el gobierno secuestrado por una “junta ultraderechista”. El contrincante oficial del presidente George W. Bush es el candidato demócrata John Kerry, pero el opositor real es un amplio y diverso movimiento de resistencia contra el ocupante de la Casa Blanca que incorpora a generales y punks, agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y Bruce Springsteen, George Soros y trabajadores de limpieza, científicos premio Nobel y estudiantes de preparatoria, en lo que podría ser la manifestación social más amplia de las últimas décadas contra un candidato a la presidencia.
Caravanas de voluntarios viajan por todos los estados claves de esta elección empadronando a cientos de miles de nuevos votantes y promoviendo el voto contra Bush. Ejércitos de sindicalistas, ambientalistas, estudiantes, hippies, yuppies, artistas, maestros, veteranos de guerra, defensores de derechos civiles y más inundan el país con campañas para sacar a Bush de la Casa Blanca. El Partido Demócrata siempre ha desplegado a sus bases (sindicatos, minorías, mujeres) para promover el voto, pero lo novedoso esta vez es la masiva participación de ciudadanos que no son militantes de ese partido, ni necesariamente simpatizantes de su candidato Kerry, sino que más bien tendrían que ser identificados como integrantes de un movimiento popular anti-Bush.
Algunos de los ejes de este nuevo movimiento son ONG independientes dedicadas a promover el voto y la educación electoral (por ley, no pueden hacer campañas en favor de un candidato o partido). Organizaciones nacionales con millones de miembros como Moveon.org y Americans Coming Together, Hip Hop Summit, punkvoter, y decenas de grupos locales están financiando campañas publicitarias, kioscos para empadronar a la gente, brigadas de voluntarios para animar a nuevos votantes, fiestas y conciertos. Este movimiento ha empleado como nunca antes la red de internet para la movilización política. Como resultado, por primera vez desde hace 50 años, cuando la televisión se convirtió en factor clave en la arena electoral, una nueva tecnología tendrá impacto nacional sobre la vida política estadounidense.
Junto a todo esto, hay una galaxia de estrellas que participan en promover el “voto por el cambio”. La semana pasada dio inicio una serie de giras musicales en estados decisivos para la elección nacional encabezados por Bruce Springsteen, Dave Matthews y otras estrellas. Michael Moore empezó una gira por 60 ciudades en esos mismos estados para promover el voto por un cambio de régimen en Washington y ha ofrecido exhibiciones gratuitas de su película Fahrenheit 9/11 y becas para la universidad donde el número más grande de estudiantes se compromete a votar por el cambio.

Nueva agrupación

Esta semana se anunció la creación de otro grupo independiente para promover un cambio de residente en la Casa Blanca: “Científicos e ingenieros por el cambio” es una agrupación opositora a las políticas de Bush que incluye a 10 premios Nobel (entre los cuales figuran algunos de los 48 ganadores del Nobel que han endosado a Kerry). Unos 25 científicos del grupo iniciarán esta semana una gira por 10 estados claves para criticar la nula atención y manipulación de la información científica en las políticas adoptadas por Bush. Douglas Osheroff, profesor de Física en Stanford, declaró en conferencia de prensa telefónica que con sus charlas en varias partes del país espera “convencer a la gente de que estegobierno no está haciendo una tarea adecuada, que no está escuchando a los científicos (sobre temas de energía, ambiente, desarrollo, etc.)”. Vinton G. Cerf, otro integrante y uno de los arquitectos de internet en los años ’60 y ’70, dijo que es republicano, pero que participa en este esfuerzo para promover un debate sobre ciencia y tecnología en la arena política. Pero Cerf no ocultó su deseo político al reconocer que el nombre de la nueva agrupación tenía la palabra cambio. “Bueno, ¿qué se imaginan que queremos cambiar?”
Por otro lado, el financista multimillonario George Soros ya anunció, acompañado del general Wesley Clark, que realizará una gira por 10 o 12 ciudades para hablar con empresarios, republicanos moderados y otros grupos para presentar sus argumentos contra Bush. Continuando con su crítica contra la guerra en Irak y las políticas antiterroristas del presidente, Soros informó que continuará difundiendo el mensaje anti-Bush. Cientos de personas usaron parte de sus vacaciones de verano para participar en caravanas que cruzaron el país pasando por los estados claves en la elección con la intención de promover el voto en general, pero con el propósito poco implícito de sacar a Bush de la Casa Blanca. Se organizan cada semana caravanas desde estados ya decididos –donde la tendencia del voto ya está definida por uno u otro candidato– a estados considerados “indecisos” para empadronar a gente y promover el voto contra Bush. Estos esfuerzos, junto con la movilización electoral tradicional del Partido Demócrata, son novedosos por sus dimensiones. Es un arma secreta en el sentido de que las encuestas no registran esta tendencia, ya que casi todos los sondeos se realizan sobre dos universos del electorado: los ya empadronados con teléfonos fijos (no celulares) y el mundo más limitado de “votantes probables”, que son los que ya han participado en las urnas anteriormente. Los cientos de miles de recién empadronados, los jóvenes que no tienen teléfonos fijos registrados a su nombre (porque usan celulares o por vivir con sus familias) no han sido detectados por las encuestas. El hecho de que el margen de triunfo en muchos estados en la última elección se definió por unos cuantos miles y, como en Florida, unos cuantos cientos, la presencia de decenas o cientos de miles de nuevos votantes empadronados podría ser la gran sorpresa en esta elección.
Un análisis realizado por el New York Times demuestra algunos resultados de estas iniciativas en los estados críticos de Ohio y Florida. Nuevos empadronamientos en zonas que favorecen a los demócratas se incrementaron en más de 250 por ciento sobre el año electoral de 2000 en Ohio, mientras que sólo se elevaron 25 por ciento para los republicanos. En Florida, el incremento de empadronamiento en zonas demócratas fue de 60 por ciento, mientras que fue de sólo 12 por ciento para los republicanos.
Steve Rosenthal, director de Americans Coming Together, comentó al Times: “Creo que lo que está ocurriendo en las calles, debajo del radar, es lo que será la gran diferencia el día de las elecciones”. Señaló que su grupo y otros más lograrán empadronar 2 y medio millones de nuevos votos pro-demócratas a nivel nacional. Pero empadronar es sólo uno de dos pasos fundamentales. Estos grupos tendrán que asegurar que los recién empadronados se presenten por primera vez en sus vidas a la votación. Y es aquí donde es casi imposible pronosticar si estos grandes esfuerzos rendirán fruto. Por lo tanto, desde ahora estos diversos grupos y figuras inician esta etapa final que culminará en poco más de un mes: movilizar al nuevo electorado. Este movimiento anti-Bush –más bien, constelación de diversas iniciativas– mostrará su fuerza real el 2 de noviembre.

* De La Jornada de México. Especial para Página/12.

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