Por Enric González *
Desde Roma

Romano Prodi retomó ayer las riendas de la oposición italiana, tras varias semanas de turbulencias y dudas sobre su liderazgo, y anunció el nacimiento de “una gran alianza” destinada a “ganar las próximas elecciones y asumir el gobierno de Italia”. Prodi se reunió con los dirigentes de todos los partidos del centroizquierda y la izquierda, y obtuvo de ellos un acuerdo para celebrar elecciones primarias en febrero próximo.
El aún presidente de la Comisión Europea exigió unas primarias para –a través de una victoria en las mismas– revestirse de legitimidad democrática como rival de Silvio Berlusconi. “Hoy mismo empieza el desafío”, proclamó Prodi al término de la reunión. Las elecciones generales italianas quedan aún lejos, en la primavera de 2006, pero las regionales están previstas para el año próximo. El establecimiento de una coalición que va mucho más allá del Olivo, y abarca desde los centristas de Udeur hasta los Verdes y la izquierda tradicional de Refundación Comunista y Comunistas Italianos, requirió encajes complicados. El flanco izquierdo de la alianza obtuvo de Prodi una oposición radical a los presupuestos para 2005 y a la reforma federalista de Berlusconi. “Los presupuestos enviados al Parlamento son el fruto de un gobierno desesperado y resultan inaceptables”, dijo Prodi para justificar la convocatoria de una manifestación nacional contra los mismos, en Roma, el próximo 6 de noviembre.
Perfilar una posición común sobre Irak tampoco fue fácil. Finalmente se optó por “no exigir aquí y ahora”, en palabras de Romano Prodi, la retirada de las tropas italianas, como exigían comunistas y verdes. En cambio, se acordó presentar, en un futuro indeterminado, una moción parlamentaria para reclamar al gobierno que trabaje a favor de una conferencia internacional y de la sustitución de las tropas estadounidenses e italianas por “una fuerza multinacional reconocida como fuerza de paz”.
Varias cosas quedaron en el aire. Por ejemplo, cómo se organizarán las primarias, que deberían abarcar a todos los partidos de la “gran alianza”. Y si se presentará algún otro candidato, además de Prodi. Los dos grandes partidos de la alianza, Demócratas de Izquierda y La Margarita, son reticentes a las primarias porque consideran que unas elecciones con un solo candidato, o en todo caso con un vencedor asegurado de antemano, no harían ningún bien a la imagen de la oposición. Establecido ya el hecho de que habrá primarias, Fausto Bertinotti, secretario general de Refundación Comunista, sugirió la posibilidad de concurrir “para contribuir al debate”, aunque el liderazgo de Prodi estuviera “fuera de discusión”.
Francesco Rutelli, líder de La Margarita y protagonista de una dura polémica con Prodi en las últimas semanas, aseguró que las turbulencias son “cosas del pasado” y que la alianza nace “con gran cohesión”. El centrista Rutelli se opuso a la propuesta de Prodi sobre la creación de una federación de la izquierda más centralizada que un simple pacto electoral, como primer paso hacia una organización común. Según lo pactado ayer, Prodi no será presidente de ninguna federación y deberá conformarse con el cargo de candidato.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.