EL MUNDO
› LA MILICIA CHIITA DISPUESTA A ENTREGAR LAS ARMAS
Un desarme parcial sin paga
Por Kim Sengupta *
Desde Bagdad
El abollado camión era usado normalmente para trasladar vegetales al mercado. Ayer, a la ciudad de Sadr llegó con un cargamento bien diferente: cartuchos de mortero, granadas de propulsión y revólveres. Lo que faltaba, sin embargo, era la promesa hecha a los milicianos chiítas por el gobierno interino iraquí y los EE.UU. de que recibirían una paga en efectivo por sus armas. El Ejército de Mehdi comenzó a entregar las armas, el primer paso para incluir a Muqtada al Sadr y a su milicia de diez mil hombres en el proceso político de Irak. Por otra parte, un turco y un iraquí fueron decapitados por el grupo Ansar al Sunna.
El desarme parcial fue a cambio de una serie de concesiones e incentivos como la liberación de muchos de los seguidores detenidos de Al Sadr, el acuerdo de los norteamericanos de terminar con los ataques a la ciudad y de mantenerse fuera y el anuncio gubernamental de un proyecto de 500 millones de dólares para el área. Al Sadr, el líder radical chiíta, conocido como “enemigo público” en Irak por el ejército norteamericano hasta unos meses atrás, está siendo urgido para moverse a la política. Ha aceptado, incluso ha tenido conversaciones con los partidos kurdos y sunnitas para explorar la posibilidad de formar una coalición para las proyectadas elecciones del próximo enero.
El vicepresidente interino iraquí, Ibrahim al Jaafari, dio la bienvenida a la entrega de armas como “una iniciativa positiva” que podría servir de ejemplo para otras milicias. Sin embargo, ésta no es la primera vez que los norteamericanos y sus aliados iraquíes han intentado un acuerdo con Al Sadr. Un tratado de paz fue anunciado luego de los feroces combates en Najaf en agosto, en el que se le permitió a la milicia marcharse pero sin entregar sus armas. Mientras, un contratista turco y su traductor iraquí fueron decapitados por el grupo iraquí Ansar al Sunna, autor de las decapitaciones de 12 nepaleses. Según sus captores, los rehenes fueron decapitados “en castigo por su colaboración con las tropas norteamericanas en Irak”. Un video con imágenes de las decapitaciones llegó al canal Al Jazeera, que se negó a emitirlo por “su crudeza”.
* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Alicia B. Nieva.