El militante jordano prófugo Abu Musab al Zarqawi, líder del grupo Tawid y Jihad y autor de la mayoría de los secuestros y decapitaciones de extranjeros en Irak, junto a otros trece presuntos terroristas fueron acusados de planear con Al Qaida una serie de ataques sincronizados contra blancos jordanos con armas químicas y convencionales, de acuerdo con fuentes gubernamentales citadas por la CNN ayer. El primer ministro jordano, la agencia de servicios secretos y la embajada norteamericana en Jordania fueron algunos de los que recibirían ataques. Detenido Azmi al Jayousi, líder de una de las células vinculadas con Al Qaida, confesó que un posible ataque químico era planeado por su grupo, en vinculación con la red de Osama bin Laden, tras encontrarse dos veces con Zarqawi.