Vie 22.10.2004

EL MUNDO  › KERRY EN BUSCA DEL VOTO MASCULINO; BUSH, DEL DE LOS CATOLICOS

JFK en guerra... contra los gansos

En un intento por capturar el voto del electorado masculino amante de las armas, John Forbes Kerry salió ayer a cazar gansos. Mató a varios, según dijo. Dick Cheney contestó con sorna, mientras los demócratas desplegaban un ejército de abogados en estados clave.

Por Andrew Buncombe y David Usborne*
Desde Washington y Nueva York

George Bush y su contrincante demócrata ayer estuvieron a la caza de votos en los estados oscilantes del país. La campaña de Kerry está preparándose para desplegar no menos de 10.000 abogados en estos estados el 2 de noviembre para defender el derecho del candidato de llegar a la Casa Blanca en el caso de que el resultado de algún voto sea cuestionado. Pero además de hacer campaña, John Kerry tuvo tiempo de cazar gansos. En un intento por mostrar al patricio Kerry como un “tipo común y corriente”, el senador de Massachusetts permitió que lo fotografiaran volviendo de una expedición de caza en la madrugada en Boardman, Ohio. Será un tipo como cualquier otro, pero había alguien para cargar con los gansos que él dijo haber cazado. En respuesta, el vicepresidente Dick Cheney se burló del candidato diciendo que “creo que compró una nueva chaqueta de camuflaje para la ocasión, lo que me hizo preguntarme: ¿con qué frecuencia va a cazar gansos?”.
El candidato demócrata busca así mejorar su imagen entre los electores masculinos. Kerry transmite la imagen de un refinado intelectual del nordeste burgués de Estados Unidos, a diferencia de Bush, que se presenta a sí mismo como un recio vaquero texano de sombrero y botas. “Queremos que la gente tenga una mejor idea de quién es John Kerry, el hombre”, dijo Mike McCurry, un alto asesor, a los periodistas. Bush estaba en el cercano estado de Pennsylvania y se detuvo en la ciudad de Downingtown, donde defendió sus propuestas en materia de protección al sistema de salud. Luego se reunió con el arzobispo de Filadelfia en un intento por cortejar al electorado católico. Fue su visita número 40 en el estado, que tiene 21 votos electorales. Más tarde, hablará en Hershey Pennsylvania, hogar de la famosa fábrica de chocolate. Los miembros de su gabinete también estaban trabajando en otros estados clave. Los asesores de campaña de Kerry se quejaron esta semana por la cantidad de discursos que está dando la asesora nacional de Seguridad, Condoleezza Rice. Sus predecesores, junto con la mayoría de los funcionarios nacionales de seguridad, han tendido a mantener un perfil más bajo durante las campañas. Una encuesta difundida ayer por el Pew Research Centre reveló que Bush y Kerry están empatados en 45 por ciento cada uno entre votantes registrados y 47 por ciento entre posibles votantes.
La agresiva estrategia de Kerry de desplegar abogados en los estados más disputados el día de las elecciones, que tiene su causa en la determinación de evitar los errores de Al Gore en 2000, ha enfurecido a los republicanos, quienes acusan a los demócratas de que al preparar los cañones legales antes del día de las elecciones, hay un riesgo de sabotear el proceso de las elecciones aun antes de que comience. También se teme que el día de las elecciones se convierta en una tormenta legal aún más intensa que la que se vio hace cuatro años. Aún hoy, ambos lados han comenzado una cantidad de juicios en varios estados, en los que se cuestiona todo desde las boletas de voto provisionales hasta la confiabilidad de las nuevas máquinas electrónicas para votar.
“Es desastroso para el fundamento del sistema mismo”, se preocupaba Doug Lewis, director de la ONG Election Center. “Hubo tanto esfuerzo concertado para vigorizar el sistema mismo que la gente necesita tomar un paso atrás y comprender que, si se destruye el mismo proceso por el cual se elige a tu candidato, entonces, ¿qué se ganó?”.
En respuesta a las maniobras legales de los demócratas, Marc Racicot, presidente de la campaña de Bush, dijo que Kerry “diría prácticamente cualquier cosa para ser elegido... incluyendo crear un caos en estas elecciones, para tener alguna oportunidad de ser exitoso”. Pero con las encuestas empatadas, la campaña de Kerry no quiere dejar nada librado al azar. Los demócratas no olvidan cómo Gore reconoció la derrota rápidamente mediante una llamada telefónica a Bush hace cuatro años, para luego desdecirse cuatro horas más tarde cuando se hizo evidente el caos en la contabilización de votos en Florida. La impresión que esto dejó fue que Gore siempre estaba un paso atrás. En contraste, Bush se mantuvo firme durante la debacle del recuento de Florida por 36 días, siempre insistiendo en que sería el próximo presidente del país y permitiendo que las cámaras de televisión lo filmaran eligiendo su equipo y preparándose para el día en que asumiría la presidencia.
Asesores de Kerry han anunciado que estará preparado para anunciar su equipo nacional de seguridad el 3 de noviembre, aunque la elección en ese momento esté siendo cuestionada. El senador hasta ahora se ha mantenido en silencio con respecto a sus posibles candidatos, aunque el ex diplomático Richard Holbrooke y el senador Joe Biden por Delaware son mencionados como probables miembros del gabinete.
Una vocera de Kerry, Stephanie Cutter, defendió las preparaciones legales. “Lo primero que haremos es asegurarnos de que todos tengan la oportunidad de votar y que cada voto sea contabilizado”, dijo. “Estaremos listos para cualquier cosa y habrá un nuevo comienzo para este país, frente a tantos temas críticos.” Es por esa razón que la campaña del senador ha reunido seis “equipos SWAT” legales de abogados y asesores de imagen, quienes estarán listos, con las armas cargadas y gatilladas para defender cualquier estado disputado en la tarde del 2 de noviembre por si es necesario cuestionar los recuentos de los votos. Cada estado disputado tendrá un equipo SWAT a una hora de distancia en avión. Aunque 10.000 abogados ya se han anotado, probablemente la cifra continúe aumentando.
La cantidad de juicios entablados ya les está dando a las cortes y los oficiales electorales un dolor de cabeza en más de una docena de estados, incluyendo Florida, Ohio, Michigan y Missouri, donde los candidatos están empatados. Muchos fueron entablados por los demócratas, aunque los republicanos no se han quedado atrás. Los demócratas han intentado prohibir la utilización de las máquinas electrónicas de voto que no dan papeleta, que podría servir de comprobante en caso de que haya un recuento y que haya restricciones en las boletas provisionales que se otorgan a la gente y que, por alguna razón, no registran sus nombres.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Ximena Federman.

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