Por Kim Sengupta *
Desde Bagdad

Margaret Hassan, la asistente social secuestrada, apareció ayer en un nuevo y desgarrador video, sollozando y pidiendo a Tony Blair que le salve la vida deteniendo el desplazamiento de tropas británicas del sur de Irak junto a fuerzas estadounidenses. Su angustiado marido dijo después que el primer ministro “tendrá su muerte en sus manos”, si la matan. Tahseen Ali Hassan, que subrayó que su mujer se consideraba iraquí, ha estado profundamente preocupado por las repetidas afirmaciones del gobierno británico, declarando que estaban tratando de lograr su libertad. Sostuvo anoche: “Ahora Margaret está pagando el precio. Una vez que ellos comenzaron a hablar en Londres sobre cómo la iban a rescatar, los secuestradores sabían que la podían usar para ejercer presión. Hago responsable a Tony Blair por lo que está sucediendo ahora. Usó su secuestro para propaganda. Ahora puede cancelar el envío de esas tropas, pero ¿lo hará?”. El canciller Jack Straw anoche describió al video, emitido por el canal Al Jazeera de la televisión árabe, como “extremadamente perturbador”.
Hassan fue vista rogando que le evitaran el destino de Kenneth Bigley, el rehén británico que fue decapitado. El momento de dar a conocer el video, que tendrá un enorme impacto emocional, sin duda, fue calculado por los captores de Hassan para ganar la máxima exposición en los medios occidentales. Llega el día después que el gobierno británico aceptara un pedido de Washington para desplegar 850 tropas en el sudoeste de Bagdad, liberando a las fuerzas estadounidenses para un esperado ataque a la ciudad de Faluja. Hassan parecía aterrorizada y a menudo rompió en lágrimas mientras hablaba. “Por favor ayúdenme, por favor ayúdenme. Estas pueden ser mis últimas horas”, dijo con voz quebrada. “Por favor ayúdenme. Por favor, pueblo británico, pídanle a Tony Blair que saque las tropas de Irak, y que no las traiga a Bagdad. Es por eso que gente como Bigley y yo somos capturados, y quizá moriremos como Bigley. Por favor, por favor, les ruego.” Otro video fue enviado a Al Jazeera, mostrando a Hassan, con sus manos atadas detrás, apenas unas horas después de su secuestro el martes. La estación dijo que había recibido el nuevo video ayer, pero se negó a entrar en más detalles.
Los amigos y colegas de Hassan inicialmente pensaron que podía haber sido secuestrada por una banda de delincuentes y que lograrían su libertad después de un discreto pago de rescate. Sin embargo, ahora hay temores de que ella pueda haber caído en las manos de un grupo extremista sunnita, posiblemente ligado al líder militante jordano Abu Musab al Zarqawi. Hassan, que tiene las ciudadanías irlandesa, iraquí y británica, nació en Dublín. Vivió en Irak durante 30 años y era la directora en el país de Care International. Esa organización de caridad, que permaneció en Irak durante la guerra de Irán y las dos guerras del Golfo, suspendió las operaciones después del secuestro.
Anoche, su marido, un economista retirado, dijo: “Ahora sólo tengo el peor de los temores. Me he estado repitiendo que ellos no matarían a una mujer, pero ya no estoy seguro. Tengo tanto miedo y estoy tan triste. Me siento muy enojado con Tony Blair. Margaret y yo hemos tratado de asegurarnos aún antes del secuestro que ella no fuera considerada británica, porque hay tanto odio contra Estados Unidos y Gran Bretaña aquí por la invasión. Después del secuestro, sus colegas y yo hemos dicho cada vez que podíamos que ella nació irlandesa y se consideraba iraquí. Pero ahí estaban Blair y sus ministros diciendo cómo la iban a liberar y usando esto para explicar por qué uno debería seguir luchando en Irak, y diciendo cosas que sólo podían provocar a la gente que la tiene cautiva. Blair tendrá la muerte de Margaret en sus manos si la matan. Lo hago responsable. Estaba en una reunión cuando surgió la noticia de esta grabación. Realmente no me esperaba esto. Ahora tendré que pensar nuevamente en lo que debiéramos hacer. No sé cuánto tiempo tenemos”.
El secuestro de Hassan, aclamada internacionalmente y en Irak por su trabajo humanitario, impactó a un país que se está acostumbrando a los secuestros y a las brutales decapitaciones y ha sido condenado por líderes iraquíes civiles y religiosos. El gobierno irlandés enfatizó los antecedentes irlandeses de Hassan y el primer ministro, Bertie Ahern, pidió por su libertad. Los rehenes extranjeros asesinados por militantes en Irak incluyen a Bigley, un ingeniero de 62 años de Liverpool que fue decapitado por sus captores el 8 de octubre. Sin embargo, ocho rehenes mujeres han sido liberadas.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère