Con una intención de voto que va del 47 al 55 por ciento a su favor, según los últimos sondeos, y las mejores chances de triunfar en primera vuelta, el favorito Tabaré Vázquez de la coalición de izquierda Frente Amplio ya está preparando su gabinete. El responsable de su programa gubernamental, Héctor Lescano, descartando una actitud de triunfalismo, confirmó al senador Danilo Astori como el ministro de Economía y reveló los nombres de las carteras de Interior, Políticas Sociales y Producción y Desarrollo. Tabaré suspendió ayer una caravana para evitar demoras en el discurso del cierre de campaña, que hará mañana. El Partido Nacional (o blanco) –cuyo candidato Jorge Larrañaga está por detrás en intención de voto– lo hará hoy, y el Colorado el jueves.
“Estamos preparando los insumos” para la transición porque “no se puede tapar el sol con la mano y sería muy irresponsable” no tomar las previsiones del caso, declaró Lescano a radio El Espectador. Además de Astori en Economía, otros ministros de un probable gobierno de Vázquez serán José Díaz en Interior, el actual intendente montevideano Mariano Arana en Políticas Sociales y el ahora senador José “Pepe” Mujica en Producción y Desarrollo, informó ayer el diario El Observador. Lescano, del Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA), dijo que preparan ya el gabinete de ministros ante un eventual gobierno y sostuvo que Vázquez le pidió que pasase a un “estadio superior” en el avance de la preparación de aspectos concretos de su plan de gobierno. Lezcano informó que Astori ha tenido reuniones con el titular de la cartera, Isaac Alfie, y que se ha avanzado todo lo posible, a pesar de que “la oposición sufrió lo que he denominado ‘embargo de información oficial’, fundamental en el diseño de políticas publicas”. En una entrevista con El Observador, Astori anunció que, de ser ministro de Economía, no se apartaría demasiado de las recetas ortodoxas, y que seguirá el modelo de Lula porque “mostró a los uruguayos que la izquierda puede llegar al poder y hacer cambios sin sobresaltos”.
Por otro lado, Jorge Larrañaga, del Partido Nacional, con una adhesión que va del 27 al 34 por ciento según varios sondeos, aseguró que las encuestas dan como favorito al Frente Amplio porque no toman en cuenta el interior del país. En caso de que se vaya a ballottage, el 28 de noviembre, una posible coalición con el Partido Colorado gobernante podría darle la victoria. Larrañaga, que cierra su campaña hoy, estimó que las próximas encuestas “reflejarán lo que se ve en la calle, porque ahora hablan de lo que se ve en Montevideo, pero no de lo que pasa en el interior” de Uruguay.
Guillermo Stirling, el candidato del partido del actual presidente conservador Jorge Batlle, no tiene ya esperanzas, con apenas el 10 por ciento de intención de voto a su favor, aun cuando anunció con bombos y platillos la “revolución del centro” e intentó reivindicar al partido gobernante tras cuatro años de recesión económica. Stirling reconoció que, tras el estancamiento económico, “hay gente que todavía no percibe esta evolución, las capas que más sintieron la crisis aún no han tenido el reflejo del mejoramiento de la economía y la gente puede estar enojada con el Partido Colorado”, en un mitin del domingo. Stirling aceptó su parte de responsabilidad en la pésima campaña de su partido, pero insistió en que “la verdadera encuesta que vamos a tener en cuenta es la del 31 de octubre”, cuando “el voto oculto de los colorados empiece a manifestarse”. Su partido cerrará la campaña el jueves en Artigas, como es tradicional para los colorados.
Sin embargo, en vez de ir a su rescate, Batlle optó por dar un paso al costado, e incluso admitió culpas para su partido. Aceptó que lo responsabilizaran del desempleo y la pobreza crecientes tras la crisis del 2000. El presidente, a diferencia de sus partidarios colorados, le quitó dramatismo al eventual triunfo de la izquierda y vaticinó que, cualquiera sea el gobierno, la economía de Uruguay crecerá más del 30 por ciento en el próximo período presidencial de cinco años, a partir del 1º de marzo de 2005. Y ante la esperada derrota de su partido, justificó que en el mundoactual no se debe hablar de divisiones entre derecha e izquierda porque “los partidos han perdido mucho perfil” y “hay diferencias mínimas entre unos y otros”.