Por Nick Neo *

Fueron los primeros occidentales secuestrados en Afganistán. Tres funcionarios de la ONU fueron metidos dentro de una automóvil por hombres armados que salieron corriendo con su vehículo en la capital, Kabul. Un experto en elecciones con doble nacionalidad, la británica y la irlandesa, un diplomático filipino y una mujer kosovo-albanesa fueron secuestrados una semana después de que un ataque suicida matara a una mujer estadounidense e hiriera a varios trabajadores humanitarios de la OTAN en la ciudad. Ese incidente aumentó las perspectivas de un éxodo de expatriados con los que se cuenta para la reconstrucción.
El secuestro sacudió a la asistencia extranjera de Kabul y a los trabajadores de la ONU después de una pacífica elección hace tres semanas. Llegó el día en que se esperaban los resultados finales de la elección. Los tres extranjeros habían entrenado a los afganos para trabajar como monitores en la elección y esperaban viajar de regreso a sus casas dentro de pocos días. Se cree que la mujer británica era de Irlanda del Norte y tenía unos 30 años. Su identidad no fue revelada.
Voceros de los talibanes y otros grupos terroristas islámicos incluyendo uno llamado Jaish-e-Muslimeen inmediatamente se adjudicaron los secuestros, que sucedieron después del fracaso de los insurgentes para hundir la elección como habían prometido. Es la primera vez que se secuestra a occidentales en la ciudad, aunque las advertencias de las embajadas sobre los secuestros habían circulado antes de la elección e ingenieros viales habían sido secuestrados y luego liberados anteriormente en las provincias.
Un analista dijo: “Esto es totalmente nuevo. Parece una réplica de Irak”. Sin embargo, no se pensaba antes que los talibanes y sus aliados fueran capaces de una operación sofisticada y algunos afganos pensaron en la posibilidad de que los señores de la guerra puedan haber planeado los secuestros para molestar al recientemente electo presidente Hamid Karzai. Hablando en Londres, el canciller Jack Straw minimizó la idea de que el secuestro pudiera ser el comienzo de una nueva tendencia. “No tengo ningún motivo para creer que sea usual en el futuro. Seguirá siendo inusual”, dijo. Los secuestradores atacaron en un camino transitado en Kabul a unos 400 metros del complejo muy vigilado de la ONU. Su vehículo cuatro por cuatro, con vidrios oscuros, se cruzó ante uno de la ONU y lo bloqueó, forzando al conductor afgano a detenerse. No queda claro si habían estado esperando el vehículo o si habían elegido un vehículo occidental al azar.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.