Vie 04.01.2002

EL MUNDO

La zona euro tiene tres rebeldes fuera y ahora se suma otro dentro

Varios ministros italianos, incluso el de Economía, salieron a criticar la vigencia del euro en su país. Sólo el canciller lo defiende.

Por Philip Willan y Andrew Osborn *
Desde Roma y Bruselas

Gran Bretaña, Suecia y Dinamarca no entraron todavía al euro a pesar de pertenecer a la Unión Europea. Pero las rebeldías ahora estallan dentro. La sorprendentemente cálida recepción en Roma al euro causó una molesta disputa en el gabinete, entre los ministros a favor y en contra de la Unión Europea. El “eurófilo” canciller Renato Ruggiero dijo que estaba apenado por la reacción negativa de sus ministros frente a un acontecimiento tan importante, que tiene además a Italia como protagonista. “Mientras todos los gobiernos estaban enfatizando el enorme significado político y ético del nacimiento del euro, que para dos generaciones de europeos significa un cambio en la dirección de la historia del continente, aquí se hizo todo lo posible por disminuirlo”, le dijo al diario de Milán Corriere della Sera, añadiendo que los ministros habían recibido el acontecimiento con silencio o crítica. “No puedo negar que estoy extremadamente preocupado”, dijo.
Mientras Silvio Berlusconi, el primer ministro, aparecía neutral, enviando a las familias italianas un convertor de euros con una breve carta aconsejando como usarlo, los ministros escépticos dieron a conocer sus opiniones. El de Defensa, Antonio Martino, le dio la bienvenida al debut del euro con un artículo alarmista en un diario siciliano. Continuó con una entrevista con el diario Quotidiano Nazionale del sindicato. “De aquí en adelante habrá una sola política monetaria y no hay ninguna garantía de que sirva a los intereses de todos”, dijo Martino. Dijo que se le prestó poca atención a las reglas para establecer la política monetaria y el Banco Central Europeo probablemente sería más sensible a las necesidades de los grandes Estados, dijo. Su tono negativo fue imitado por Giulio Tremonti, el ministro de Economía, en una entrevista con La Stampa. “Pienso que es particularmente extraña esta idea de que el euro traerá paz y finalizará con las guerras. Las guerras finalizan cuando el consumismo triunfa sobre el romanticismo.”
Rocco Buttiglione, el ministro de Asuntos Europeos, reconoció que el euro era una conquista importante pero dijo que sería equivocado censurar sólo a Bossi. “Debemos reconocer que algunas preocupaciones son justificadas, ya que hay que crear una Europa de los pueblos y las naciones y no una Europa de los burócratas y los bancos”, dijo ayer. Los líderes de la oposición han advertido que el aislamiento de Ruggiero debilitará la posición de Italia en la Unión Europea y se ha sugerido que podría renunciar. Willer Bordon, jefe de la coalición centrista de la Margarita en el Senado, preguntó si era él o Tremonti quien realmente representaba la línea del gobierno en Europa.
“Es como un auto de escuela de conductores, que tiene doble mando. ¿Quién controla el vehículo? ¿El instructor Ruggiero o el conductor que está aprendiendo?”, dijo. La disputa podría poner en apuros a la Comisión Europea cuyo presidente, Romano Prodi, es un ex primer ministro italiano y tiene el crédito de jugar un rol clave para conseguir que Italia firmara a favor del euro. Las cifras mostraron que solo un tres por ciento de las transacciones fueron en euros en su primer día completo de trabajo en Italia. La mitad de las transacciones en Francia y en los Países Bajos fueron hechas en euros, la tasa más alta en los 12 países que usan la moneda. Con sólo el 70 por ciento de sus cajeros emitiendo la nueva moneda, Italia también está detrás de sus colegas en disponibilidad de la nueva moneda, instando a la Comisión a admitir ayer que los italianos también habían sido los menos entusiastas en adoptar los minikits adelantados de monedas euro. Muchos comerciantes también optaron por no recibir euros por adelantado. Bruselas dijo que las cifras no querían decir nada. “El presidente no tiene motivos para pensar que los italianos no comparten el entusiasmo general por el euro que vemos por toda Europa”, dijo un vocero de Prodi. “Esta no es una carrera en las primeras 48 horasy no es cuestión de comparar la actuación de un país con otro. Es un inmenso ejercicio logístico llevado a cabo por gente con gran experiencia en todos los 12 países.”

* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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