Por Ian Black *
Desde Bruselas

Ayer surgieron nuevas pruebas de la incomodidad francesa con la Unión Europea y de hostilidad a su proyecto más importante: su ampliación, para incluir los ex países comunistas de Europa del Este. De acuerdo con Eurobarómetro, la unidad de encuestas de la Comisión Europea, Francia es el único país en el club de 15 miembros en el que más gente se opone a la ampliación (46 por ciento) que la que está a favor (39 por ciento).
Los resultados de la encuesta se publicaron mientras Jean Marie Le Pen, líder del Frente Nacional de extrema derecha, continuaba atacando a la Unión Europea después de haber ganado una proporción sin precedentes de los votos en las elecciones presidenciales francesas del domingo. Se espera que haya protestas hoy en Bruselas cuando el candidato antiinmigrante se presente a una sesión del Parlamento Europeo, del que ha sido miembro desde 1984 pese a varios intentos de echarlo. La revisión bianual de actitudes a través de la UE parece confirmar sospechas de que los votantes franceses son renuentes a abandonar beneficios de membresía tales como generosos subsidios agrícolas, que deberán ser drásticamente reducidos cuando se unan los nuevos miembros.
Al incluir 10 nuevos miembros, la UE va a ser transformada de modo irreconocible, lo que parece alimentar las preocupaciones, explotadas por Le Pen, del incierto rol de Francia en un mundo cambiante. La encuesta mostró que sólo un 50 por ciento de los franceses respaldan la membresía de su país en la UE, que es de lejos la tasa más baja entre los seis países que fundaron la Comunidad Económica Europea en 1957. También se muestra que los franceses están más opuestos que cualquier otro Estado miembro a abrir la UE a cualquier otro país más allá de los actuales candidatos. Una ampliación mayor fue respaldada por 49 por ciento de los franceses (contra un promedio de un 63 por ciento en la UE).

* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.