El primer ministro israelí, Ariel Sharon, ofreció al presidente del Partido Laborista, Shimon Peres, como “última oferta” ocho carteras ministeriales para que se una a la coalición de gobierno y permanezca en su futuro gobierno hasta las elecciones de noviembre de 2006. De no lograr sumar al laborismo, tendría que adelantar los comicios generales.
El Likud, partido de Sharon, le ofreció al laborismo ocupar el Ministerio de Interior, el de Infraestructura, de Edificación, Investigación Científica, Protección del Medio Ambiente, Comunicaciones y otro sin cartera. También fue necesaria la intervención personal de Sharon para salvar algunos obstáculos que surgieron durante las negociaciones entre los dos partidos y ofreció a Peres el cargo de viceprimer ministro, acompañado de un ministerio “hecho a su medida”.
El primer ministro invitó a Peres, quien ya formó parte de su anterior gobierno (2001-2003), a una entrevista prevista para hoy. Los dirigentes del Partido Laborista se reunieron anoche en Tel Aviv para estudiar las propuestas de Sharon para su eventual incorporación a su gabinete. Los laboristas renunciaron de antemano a los ministerios claves de Defensa, Relaciones Exteriores y Finanzas. Estudian la posibilidad de incorporarse al gobierno conservador, sobre todo para permitirle aplicar su plan de retirada de la Franja de Gaza, que prevé desmantelar antes de septiembre de 2005 las 21 colonias de ese territorio y otras cuatro enclavadas en el norte de Cisjordania. Sharon intenta presentar un nuevo gobierno el lunes ante el Parlamento con la presencia del laborismo. De concretarse, el proyecto prevé un gobierno centrado en el Likud (40 bancas sobre 120 en el Parlamento) con el apoyo del laborismo (21 asientos y 19 dispuestos a votar iniciativas oficialistas) y dos partidos ortodoxos, el Shas y Frente Unido de la Torah.