Reapareció Osama Bin Laden y volvió a hacer escuchar su voz. El mensaje tuvo como objetivo realizar un llamamiento a derrocar a la monarquía saudita. Afirmó que ésta “caerá como el Sha de Irán” en 1979 y la acusó de complicidad con Estados Unidos, en coincidencia con masivas protestas opositoras en Riad y Yedda. Instó a atacar instalaciones petroleras, especialmente en Irak y en el Golfo, y bendijo a los autores del ataque del 6 de diciembre último contra el consulado estadounidense en la ciudad saudita de Yedda. El mensaje fue difundido por Internet en uno de los principales sitios electrónicos islamistas. Expertos de servicios de inteligencia de Estados Unidos concluyeron con “fuerte certeza” que se trataba del líder terrorista.
Sus amenazas contra instalaciones petroleras son muy peculiares, ya que es la primera vez que las lanza de forma tan directa. Además, mencionó explícitamente las instalaciones “en el Golfo”, es decir en Arabia Saudita. Los estadounidenses “se apoderan del petróleo, cuyos precios han bajado varias veces”, aseguró en el mensaje, de más de una hora, intercalado con versículos del Corán. El precio del petróleo “debería ser ahora de al menos 100 dólares (el barril)”, subrayó. “Desplieguen sus esfuerzos para impedir que (los estadounidenses) se adueñen” del petróleo, señala antes de instar a sus partidarios: “Concentren sus operaciones en el petróleo, en especial en Irak y en el Golfo”. Arabia Saudita posee una cuarta parte de las reservas petroleras mundiales y es el primer exportador de crudo del planeta. Esta amenaza contra las instalaciones petroleras tiene como objetivo directo el régimen de Riad.
También critica duramente a la familia real saudita. “Millones sufren la pobreza, mientras la familia real se llena de riyals (la moneda saudita).”
Afirmó que la monarquía “caerá como el Sha de Irán” y la acusó de pactar “con la infidelidad mundial encabezada por (el presidente de Estados Unidos, George) Bush”. “Envío un breve mensaje a los gobernantes de Riad. Los musulmanes están determinados a recuperar sus derechos, sea cual fuere el precio. O les devuelven lo que les han confiado (el poder) y les permiten elegir a sus gobernantes, o bien se niegan” a hacerlo. Pero en este caso, advirtió, “cuando los pueblos actúan para exigir sus derechos, los servicios de seguridad no pueden detenerlos”.
Los partidarios de Bin Laden en Arabia Saudita, que se hacen llamar “Organización Al Qaida en la Península Arábiga”, tienen como objetivo proclamado “expulsar a los infieles” de esta península. Para ello, desde mayo de 2003 perpetraron una serie de mortales atentados contra objetivos extranjeros. El más reciente, a principios de diciembre, se produjo contra el consulado de Estados Unidos en Yeddah y se saldó con la muerte de cinco empleados no estadounidenses del consulado. También murieron cuatro de los cinco agresores, a los que Bin Laden rinde homenaje, proporcionando la única indicación cronológica sobre el momento en el que fue grabado el mensaje.