En plena sucesión de especulaciones sobre las intenciones de ETA y la posibilidad de que declare una tregua, la banda terrorista hizo estallar un coche bomba cargado con 40 kilos de explosivo en una zona residencial de Getxo (Vizcaya). La explosión, registrada apenas 20 minutos después de que un comunicante anónimo avisase al diario Gara en nombre de la banda, causó heridas leves a un agente de la Ertzaintza que se encontraba acordonando la zona. El Departamento de Interior vasco da por sentado que el atentado buscaba “causar víctimas” en forma indiscriminada y no iba dirigido a una persona en concreto, según destacó su responsable, Javier Balza. Un comunicante anónimo avisó en euskera en nombre de ETA poco después de las dos de la tarde al Gara de la existencia de un coche bomba estacionado en la calle Manuel Smith, sita en el barrio residencial de Neguri de la citada localidad vizcaína. Un agente destinado en la comisaría de Getxo resultó alcanzado por la deflagración cuando participaba en el cordón de seguridad montado en la zona y se disponía precisamente a comunicar los datos de la matrícula del coche.