Mar 25.01.2005

EL MUNDO

El mensaje, los candidatos iraquíes pueden ser boleta

A cinco días de las elecciones en Irak, un coche bomba explotó cerca de la sede del partido del premier Iyad Allawi. Al Qaida lo reivindicó, un día después de que el líder insurgente Al Zarqawi anunciara una “guerra feroz”. Detuvieron a uno de sus colaboradores.

Por Patrick Cockburn *
Desde Bagdad

Tan asustados estaban ayer los comandos de la policía iraquí heridos en un ataque suicida cerca de las oficinas del partido del primer ministro que aún en el hospital se aferraban a sus ametralladoras y se negaban a quitarse sus máscaras negras de esquí. Bagdad está cada vez más inmersa en un ambiente de terror en los días previos a las elecciones del 30 de enero. Hay cada vez menos automóviles en las calles a medida que la gente decide quedarse en sus casas. Los que están en mejor condición económica ya partieron para Jordania, Siria y el Golfo.
A las 8.30 de la mañana, un atacante suicida que conducía un Toyota trató de entrar en la fuertemente custodiada calle Zaidoun que alberga muchas oficinas gubernamentales de la “Zona Verde”. Estas incluyen los cuarteles del Acuerdo Nacional Iraquí, el partido de Iyad Allawi, el primer ministro iraquí. El terrorista no llegó muy lejos. Fue detenido por los comandos muy armados en una barrera de concreto y se detonó. “De acuerdo con los restos de su cara que encontramos más tarde, creemos que se trataba de un árabe no iraquí, quizás un sudanés o del Golfo”, dijo un detective que investiga el caso. Comparado a las otras bombas suicidas, las bajas fueron pocas, sólo nueve hombres de seguridad y un civil herido. Todos fueron rápidamente transportados al Hospital Yarmouk, pero es tal el temor entre los hombres de seguridad del gobierno de ser reconocidos que aun en la sala del hospital se negaban a quitarse sus máscaras negras de esquí mientras eran revisados por los médicos.
“No deben tomar ninguna fotografía”, les gritó otro comando enmascarado a dos fotógrafos de la prensa iraquí mientras estaba parado con su ametralladora en posición, bloqueando la puerta de entrada a la sala. Un hombre en uniforme camuflado pasó frente a él usando su Kalashnikov como muleta. Un tercer hombre de seguridad, con el pie envuelto en vendas, era llevado por amigos a una camioneta de la policía azul y blanca que esperaba afuera.
El ataque suicida fue reivindicado por un grupo que dice que le es leal a Al Qaida. La declaración luego apareció en un sitio web atribuido a Al Zarqawi. Decía que “uno de los jóvenes leones del regimiento suicida” llevó a cabo el ataque contra las oficinas de Allawi, “el agente de los judíos y los cristianos”. El número de ataques en Bagdad durante el fin de semana no fue más alto que lo normal, pero el anuncio del gobierno de estrictas medidas de seguridad aumentó la paranoia. Durante los tres días que faltan hasta las elecciones habrá un toque de queda para los automóviles, excepto aquellos que pertenecen a los servicios de seguridad y de elecciones así como los de unos pocos periodistas.
Esto puede resultar contraproducente ya que los hombres armados podrán dispararle a cualquier vehículo sabiendo que van a atacar a alguien conectado con la elección. En un esfuerzo por demostrar que efectivamente está combatiendo a los atacantes suicidas, el gobierno ayer anunció que habían capturado a un hombre responsable del 75 por ciento de los ataques. Su nombre es Sami Mohammed al Jafi, conocido como Abu Omar al Kurdi, que el gobierno dice que estuvo detrás de 32 autobombas, la mayoría, aunque no todas, conducidas por conductores suicidas. “Kurdi se confesó responsable del 75 por ciento de las autobombas que se usaron en Bagdad desde marzo de 2003 y de la fabricación de explosivos usados en el ataque a la embajada jordana en agosto de 2003”, dijo Thair al-Naqib, el vocero del primer ministro Iyad Allawi.
El anuncio llega sospechosamente cerca de las elecciones: Kurdi fue arrestado el 15 de enero. Los servicios de seguridad iraquíes tienen mucha experiencia en extraer confesiones para favorecer los propósitos políticos de los gobernantes a los que sirven. El arresto probablemente no tranquilice a los iraquíes que conducen por los caminos de Bagdad que siguen siendo los más peligrosos del mundo. Los hombres de seguridad iraquíes mataron a un hombre al volante de su auto este fin de semana en la puerta del hotel donde el Independent tiene su oficina. Aparentemente no oyó sus órdenes de detenerse.
El hotel también lleva la marca de un terrorista suicida de la semana pasada, que ni el gobierno sostiene que haya sido obra de al-Kurdi, ya que estaba arrestado. El terrorista apuntaba a la cercana Embajada de Australia, pero la explosión mató a dos que pasaban y voló las ventanas de un lado del hotel.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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