No sólo Santa Cruz quiere correr su propia carrera, la otra región gasífera, Tarija, decidió sumarse a la exigencia de independencia. El vicepresidente del comité cívico de Tarija, Elton Lemz, llamó también a un cabildo para el viernes para bregar a favor de la autonomía de su departamento. Mientras, el Comité Pro Autonómico de Santa Cruz decidió cargar de energía a sus activistas –que acaben con la huelga de hambre de ocho días– a fin de que se aboquen a organizar el cabildo abierto donde se definirá la autonomía de este departamento finalizando la semana. Miles de choferes pararon el tráfico vehicular en Santa Cruz, apoyando ese reclamo y la anulación del alza de hidrocarburos. Por su parte, el presidente de Bolivia, Carlos Mesa, aseguró ayer que la unidad del país no está en cuestión y supeditó a una asamblea constituyente cualquier demanda a favor de un modelo de autonomías regionales.
El efecto dominó santacruceño alcanzó a otro próspero departamento de Bolivia, en lo que se perfila como una división del país entre los ricos y los pobres. Tarija (sur), que concentra el 85 por ciento de las reservas de gas, también se sumó a la movida autonómica y decidió obtener su propia autonomía este mismo viernes, con la convocatoria a su propio cabildo. Pedirán “medidas concretas” para hacer realidad los reclamos de autonomía regional. La cinchada entre los departamentos ricos que claman por manejar sus propios asuntos unilateralmente y el gobierno de Mesa, que quiere que se defina la cuestión a través de una asamblea constituyente, puede romper la frágil cuerda de la democracia. Muchos analistas temen que este conflicto acabe con la renuncia de Mesa. En Quito, varios expertos en política estimaron que peligraba la estabilidad en este país. Sin embargo, en una señal de apoyo a su líder, los paceños salieron a ocupar la Plaza Murillo, frente al Palacio Quemado, para dejar claro que no quieren que éste se aleje del poder. El respaldo tuvo como marco la fiesta paceña de la Alasita, en la que los artesanos locales despliegan sus productos en honor al dios de la abundancia.
En Santa Cruz ayer se terminó la huelga de hambre. Pero prosiguen las demandas de autonomía y más que nunca, ya que los 200 activistas en ayuno desde hace ocho días en Santa Cruz se desmovilizaron para concentrar toda su fuerza en la organización del cabildo del viernes. “Continúan todas las medidas de presión excepto la huelga de hambre que será levantada a partir de este momento”, declaró el presidente del Cpscz, Rubén Costas. No obstante, la toma de edificios públicos por parte de activistas continuaba ayer, lo mismo que la ocupación pacífica de puestos de cobro de peaje en vías secundarias y en la ruta que une Santa Cruz con su aeropuerto. Costas dijo que la decisión de levantar la huelga de hambre fue adoptada “por estrategia, para concentrarnos, para potenciar” el cabildo abierto del viernes, que busca instaurar un gobierno autónomo de La Paz.
El líder de las protestas que sacuden desde hace tres semanas esta región del oriente boliviano, la más rica del país, se manifestó dispuesto a conversar con las autoridades de La Paz la derogatoria de una disposición de Mesa que elevó el valor de las gasolinas a fines de 2004. “Suspendemos las medidas supeditando cualquier negociación con el gobierno a la derogación del decreto que aumentó la gasolina y el diesel”, manifestó. Ante el pedido autonomista, Mesa defendió la unidad del país y llamó a plantear las demandas en el marco de una asamblea constituyente prevista este año en Bolivia. “La unidad de Bolivia no está en cuestión porque (...) se vive, se siente y se palpa en los nueve departamentos de Bolivia y eso incluye a Santa Cruz”, sentenció Mesa al inaugurar ayer una feria indígena en La Paz, la sede del gobierno. El jefe de Estado señaló que la Asamblea Constituyente es el escenario propicio para debatir las autonomías, al explicar que ese tema debe ser canalizado “por la vía que la ley manda”. “¿Para qué haríamos una asamblea constituyente si no tuviéramos la posibilidad de discutir en ella, precisamente, la forma en que queremos desarrollarnos en el futuro? Si queremos un país unitario, si queremos un país autonómico o no. Ese y no otro es el escenario para establecer una discusión sobre autonomías y sobre el sistema económico”, apuntó. Por su parte, la Iglesia Católica terció en el debate y pidió ayer que las demandas de autonomía sean concertadas en un ambiente pacífico para evitar que se convierta en una “guerra entre bolivianos”.