Mié 26.01.2005

EL MUNDO

El primer ministro alemán pide un acuerdo frente a los neonazis

El canciller Schroeder quiere una unidad democrática frente al “acoso repulsivo” de los nostálgicos del Tercer Reich.

Por José Comas *
Desde Berlín

El canciller (jefe de gobierno) federal alemán, el socialdemócrata Gerhard Schroeder (SPD), afirmó ayer: “Es un deber común de todos los demócratas enfrentarse al acoso repulsivo de los neonazis y al intento de quitar importancia a los crímenes nazis”. Schroeder pronunció estas palabras en un teatro de Berlín durante un acto celebrado con motivo del 60º aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz.
El canciller alemán rechazó el recurso de explicar el nazismo con “el demonio Hitler” y añadió: “Al mal de la ideología nazi no le faltaban requisitos. El embrutecimiento del pensamiento y la falta de escrúpulos morales tienen unos antecedentes históricos. Ante todo hubo personas que quisieron y produjeron la ideología nazi”. No obstante, constató Schroeder, que los alemanes de hoy “no tienen ninguna culpa del Holocausto, pero llevan encima una responsabilidad especial”.
La ceremonia conmemorativa del aniversario de Auschwitz se celebró en un teatro del centro de la capital alemana con presencia de políticos, sobrevivientes del campo de exterminio y familiares. El presidente de honor del Comité Internacional de Auschwitz Kurt Julius Goldstein, de 90 años, ex combatiente de las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil española y superviviente del exterminio, consiguió reprimir a duras penas las lágrimas cuando dijo en medio del silencio de la sala: “Auschwitz es más que millón y medio de muertos, es el mayor cementerio del mundo”. Al concluir la lectura de su discurso Goldstein aludió a recientes acontecimientos en Alemania: “Cuando hoy día en nuestra patria veo cómo nazis se manifiestan por las calles y el más alto tribunal protege esas marchas en nombre de la libertad de expresión entonces me digo: para nosotros se trata de un acto inhumano y sufrimos por ello”.
Las palabras de Goldstein aludían a las manifestaciones de neonazis y a los diputados del neonazi Partido Nacionaldemocrático de Alemania (NPD) que el pasado viernes en el Parlamento del estado federado de Sajonia abandonaron el pleno para no guardar un minuto de silencio por las víctimas del nazismo y equipararon el Holocausto con los bombardeos de los aliados al final de la II Guerra Mundial. En su discurso Schroeder aseguró que la policía, los servicios secretos y la Justicia prestarán especial atención a “las consignas mohosas y las pintadas de las fuerzas extremistas de derecha”, aunque “el enfrentamiento con los neonazis y los viejos nazis tenemos que llevarlo adelante juntos y políticamente”.
En otro momento de su discurso reconoció Schroeder: “No se puede negar que todavía hoy hay antisemitismo”. Contra el antisemitismo de los incorregibles, según Schroeder, “nos protegeremos con la fuerza del Estado” y aseguró con firmeza: “Nunca más podrán los antisemitas lastimar y echar de nuestro país a los judíos y cubrir de vergüenza nuestra nación”. Sostiene Schroeder que la abrumadora mayoría de los alemanes que viven hoy día no tienen ninguna culpa en el Holocausto, pero “carga con una responsabilidad especial”. Para el canciller alemán el recuerdo del Holocausto “forma parte de nuestra identidad nacional. Ese recuerdo del tiempo del nacionalsocialismo y sus crímenes es una obligación moral. Lo debemos no sólo a las víctimas, a los sobrevivientes y a los familiares, sino también a nosotros mismos”. Reconoce Schroeder que es grande la atracción por olvidar y reprimir el recuerdo, “pero no sucumbiremos a ello”. Afirma Schroeder: “Alemania afronta su pasado”.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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