Por Pilar Bonet *
Desde Moscú

Yulia Timoshenko, la candidata a jefa del gobierno de Ucrania propuesta por el presidente Viktor Yuschenko, pasó ayer con brillantez la prueba del Parlamento y fue confirmada como primera ministra por una apabullante mayoría de los legisladores de la Rada estatal, en la que se incluían tanto sus partidarios como sus antiguos detractores. Timoshenko, de 44 años, obtuvo nada menos que 373 votos a favor, muy por encima de la mayoría simple de 226 diputados que necesitaba. Los únicos que rechazaron a la nueva jefa de gobierno fueron los comunistas.
Por ella votaron 46 diputados del grupo Regiones de Ucrania, que dirige Viktor Yanukovich, el ex jefe del gobierno y fracasado candidato a la presidencia del país. Por ella votaron también 18 diputados del grupo social-demócrata que encabeza Viktor Medvedchuk, que fue jefe de la administración del presidente Leonid Kuchma. El triunfo de Timoshenko fue rotundo, pero también laboriosamente trabajado, ya que diversas fuerzas políticas representadas en la Rada negociaron con la dureza y obcecación que las caracteriza hasta el punto de retrasar durante una jornada la constitución del nuevo gabinete, que inicialmente se preveía para ayer.
Yuschenko defendió en el Parlamento la candidatura de Timoshenko y calificó el nuevo gabinete como “un gobierno de confianza nacional”, que se regirá por los principios de “no aceptar sobornos” y “no robar”. “Sé que es increíble para Ucrania”, sentenció el presidente, que calificó a Timoshenko como su “aliada y amiga política” y como una “profesional”, que supo levantar el sector energético del país durante su gestión como viceprimera ministra responsable de la energía entre 1999 y 2001. Timoshenko, a la que apoyan millones de personas, podrá organizar de forma eficaz el trabajo del gobierno al servicio del Estado ucraniano y comprende sus responsabilidades, manifestó el presidente.
Timoshenko, una economista especializada en cibernética nacida en la ciudad industrial de Dniepropetrovsk, quiso presentar un programa de trabajo cualitativamente diferente al de otros gobiernos. Fue un programa sin cifras, pero con una filosofía de acción pensada para cinco años y basada en seis puntos, a saber: confianza, justicia, armonía, vida, seguridad y mundo. En este último apartado figura la integración europea.
La nueva primera ministra presentó también al nuevo gabinete, en el que su adjunto inmediato será Anatoli Kinaj, el presidente del partido de empresarios e industriales de Ucrania, que ya había sido primer ministro y que es una figura de amplio consenso, aceptable para las regiones industriales del este del país. El gobierno tendrá también tres viceprimeros ministros, todos ellos pertenecientes a Nuestra Ucrania (el partido de Yuschenko). Uno de ellos, Oleg Ribachuk, un estrecho colaborador del presidente, se ocupará de la integración en la Unión Europea, como él mismo había anunciado mucho antes de que le nombraran. Ribachuk tiene ambiciosos planes que se extenderán a todo el gabinete y que determinarán el trabajo de todo el Ejecutivo. El puesto de ministro de Exteriores, algo devaluado por las competencias de Ribachuk, será ocupado por Boris Tarasiuk, que ya lo había desempeñado en el pasado y que era el jefe del Comité de Integración Europea de la Rada. El nuevo ministro de Defensa será Anatoli
Gryzenko, un civil, que dirigía un prestigioso centro de estudios analíticos en Kiev y que es considerado como un partidario de la integración euroatlántica de Ucrania.
Alexandr Turchinov, un colaborador próximo de Timoshenko, fue nombrado responsable del Servicio de Seguridad de Ucrania, lo cual puede encerrar presagios nada halagüeños para los principales responsables del régimen del presidente Kuchma. El político indicó ayer que se propone llevar hasta el final las investigaciones que fueron abandonadas o silenciadas en época del anterior presidente.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.