Washington dio ayer señales contradictorias en su política hacia las negociaciones israelo-palestinas: mientras Dan Kurtzer, su embajador en Tel Aviv, dijo que EE.UU. apoyaba la conservación por Israel de un bloque de colonias contiguas a Cisjordania en un acuerdo definitivo, su jefa, la secretaria de Estado Condoleezza Rice, apareció en un reportaje afirmando que la decisión del gobierno de Israel de ampliar un asentamiento en Cisjordania “está en desacuerdo” con la política de Estados Unidos. Kurtzer apareció posteriormente negando haber dicho lo que había dicho, pero quedó en el aire la sospecha de diferencias internas o al menos de fuerte incoordinación política a los más altos niveles en EE.UU.
Rice señaló que el proceso de paz en Oriente Medio sigue siendo “frágil”, a pesar de los avances registrados en los últimos meses con el proceso de reformas en la Autoridad Palestina (AP) y el anuncio israelí de retirada de Gaza. Por ello, Rice insistió en que el gobierno israelí debe “tener cuidado con todo” lo que pueda tener influencia en el resultado de las negociaciones de paz, como los asentamientos o el trazado del muro de separación. El gobierno israelí anunció esta semana la construcción de 3500 nuevas viviendas en el asentamiento de Maale Adumim, que quedaría unido con Jerusalén oriental, en violación de la Hoja de Ruta, lo que disparó las alarmas en la AP, EE.UU. y la Unión Europea (UE). Rice dijo que el plan “es preocupante” debido sobre todo a su situación, “en torno a Jerusalén”.