Por Patrick Cockburn *
Desde Bagdad

Un atacante suicida mató a por lo menos 58 personas con un coche bomba en la ciudad de Suwayra, de mayoría chiíta, cerca de Bagdad. El ataque aumenta el riesgo de guerra sectaria entre chiítas y sunnitas. El terrorista detonó ayer los explosivos en el mercado de verduras de la ciudad, a 40 kilómetros al sur de la capital, no dejando ninguna duda de que intentaba causar el mayor número de muertes civiles. Los chiítas, el 60 por ciento de la población iraquí, ganaron en enero la elección que los sunnitas boicotearon y están formando un gobierno. Anteriormente, por lo menos una docena de cuerpos fueron encontrados en un basural en las afueras de Bagdad. Algunos de los muertos tenían los ojos vendados y les habían disparado en la cabeza. Fueron encontrados por cartoneros que buscaban entre la basura cosas para vender. En total, los ataques de ayer llevan a más de 250 el número de muertos desde que el nuevo gobierno prestó juramento, aunque con ministerios vacantes, en una semana.
En la morgue central en Bagdad, un funcionario dijo que las familias habían identificado algunos de los muertos como campesinos que habían desaparecido en su camino hacia el mercado. Algunos estaban vestidos con las tradicionales túnicas blancas y otros con camisa y pantalón. Algunos de los pueblos sunnitas en el sur de Bagdad son conocidos como centros del salafismo, compuesto por militantes fanáticos sunnitas, que ven a los chiítas como infieles que sólo merecen morir. El equilibrio entre los sunnitas, los chiítas y los kurdos, las tres principales comunidades en Irak, está cambiando, con el intento chiíta de ganar el poder político que le fuera negado durante tanto tiempo. El nuevo ejército que está siendo entrenado rápidamente por los estadounidenses será predominantemente chiíta y kurdo y tendrá 300.000 efectivos para fines del año que viene. El Ministerio del Interior estará a cargo de un ministro chiíta. La coalición chiíta está determinada a no dejarse robar el poder a último momento, a pesar de las dudas de EE.UU. Casi todos los líderes chiítas creen que su mayoría en la elección del 30 de enero fue minimizada por los funcionarios electorales para poder aumentar la cuota del voto de Iyad Allawi, el candidato secular y el primer ministro apoyado por Estados Unidos, del 7 al 8 por ciento, hasta 14 por ciento. Eso era para evitar que la Alianza Iraquí Unida, la coalición chiíta, se acercara a la mayoría de dos tercios que le hubiera dado la posibilidad de formar un gobierno sola.
Los militantes que mantienen a un ingeniero australiano como rehén han emitido un ultimátum de 72 horas para que Canberra empiece a retirar sus tropas de Irak, informó la televisión Al Jazeera ayer. La estación no especificó lo que los militantes harían si no se cumple el plazo que dieron, pero previamente numerosos rehenes han sido muertos. La televisión emitió más pasajes de Douglas Wood con su cabeza afeitada y los rifles apuntándole a la cabeza.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.