Mié 01.06.2005

EL MUNDO

“Garganta Profunda” habló por fin develando el misterio del Watergate

A 30 años de la investigación que condujo a la caída del republicano Richard Nixon, el ex jefe del FBI Mark Felt se identificó como la fuente periodística clave. Uno de los dos cronistas del histórico caso de corrupción, Bob Woodward, confirmó la revelación.

Por Andrew Buncombe *
Desde Washington

Fue la fuente periodística más famosa y misteriosa de la historia y tuvo un rol central en la caída de un presidente estadounidense corrupto. Por más de tres décadas, su identidad fue uno de los secretos mejor guardados de Washington. Pero ahora quedó revelado el misterio que mantuvo en vilo a detectives amateurs y a los expertos políticos por más de 30 años. “Garganta Profunda” finalmente salió de las sombras. El periodista que investigó el caso Watergate, Bob Woodward, confirmó la noticia en la edición de Internet del diario Washington Post.
Ayer se supo que Mark Felt, un ex alto funcionario del FBI y el hombre que había sido señalado como la probable fuente, finalmente confirmó esas sospechas. “Soy el tipo al que llamaban Garganta Profunda”, dijo para la edición que saldrá en julio de la revista norteamericana Vanity Fair. Garganta Profunda fue el nombre que Bob Woodward, un periodista del Washington Post, le dio a su fuente gubernamental anónima. Woodward, junto con su colega Carl Bernstein, tuvieron un papel central en la dimisión del presidente republicano Richard Nixon. Sus notas –muchas de ellas basadas en pistas dadas por Garganta Profunda en reuniones nocturnas en un estacionamiento subterráneo– revelaron el rol de Nixon en el Watergate y otros trucos sucios contra el Partido Demócrata. Nixon luego fue forzado a renunciar en agosto 1974. Desde la publicación del libro Todos los hombres del presidente de los periodistas, en el que revelaron que tenían una fuente secreta, pero no lo identificaban, muchos han especulado, investigado y derrochado energía intentando identificar a la fuente. La única otra persona que conocía la identidad era el editor de los periodistas, Ben Bradlee, y Woodward y Bernstein siempre han dicho que solamente revelarán la identidad de su fuente una vez que haya fallecido.
Hace mucho que Felt, de 91 años y con su salud mental deteriorada, estaba en la lista de los “posibles”. Cuando se allanó la sede Watergate del Partido Demócrata, él era el director asistente de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y estaba completamente al tanto de la investigación. También tenía los motivos para hacer salir a la luz la conducta atroz de Nixon.
Como miembro de la vieja guardia de J. Edgar Hoover en el FBI, tenía la esperanza de suceder al viejo hombre en 1972. En vez, Nixon designó a un leal, Patrick Gray, como director ejecutivo. También se sabía que Felt era uno de los pocos altos funcionarios del FBI que devolvían las llamadas de los periodistas. El jefe de gabinete de Nixon, HR Haldeman, le dijo al presidente que Felt era quien había filtrado información de la Casa Blanca. Pero a pesar de que se ha sugerido en varias ocasiones que Felt era Garganta Profunda, él siempre lo negó.
La revista Vanity Fair dijo ayer que Felt y su familia habían cooperado para un artículo en la edición de julio en el que confirma que él era la fuente secreta. Es la primera vez que una importante fuente potencial dice que él es Garganta Profunda. Según la revista, Felt, que ahora vive en California, le dio permiso a John O’Connor, un abogado y amigo personal, para que revelara su identidad. El artículo dice que Felt, consciente de su avanzada edad, estaba preocupado por su reputación y si habría consecuencias legales. Una declaración de la revista señala: “La familia Felt cooperó, proveyendo fotos para la nota y posando para las fotos”. A pesar de que las especulaciones se concentraban sobre Felt desde la publicación de Todos los hombres del presidente, y más tarde se realizó una película con Robert Redford y Dustin Hoffman, ha habido varias ocasiones en que las especulaciones aumentaron. En 1999, por ejemplo, se habló mucho de una visita que realizó Woodward a la casa de Felt y lollevó a almorzar. El mismo año, un diario dijo que el hijo de Bernstein le había dicho a otro niño que Felt era Garganta Profunda.
El artículo de Vanity Fair dice que la familia de Felt lo convenció que sus acciones durante Watergate fueron heroicas y merecía el reconocimiento y que debería hacerse conocer. Su hija había hablado por teléfono con Woodward varias veces para discutir un posible anuncio en conjunto. Este muchas veces empezaba la conversación con una advertencia diciendo: “Por el simple hecho de estar hablando con vos, no significa que él es quien ustedes creen que es”.
Woodward, un autor muy exitoso y editor asociado del Washington Post, ayer confirmó la identidad de Garganta Profunda. “Woodward confirma que Felt era ‘Garganta Profunda’” se leía en la página de Internet del diario de la capital norteamericana. Sin embargo, por la mañana Bernstein emitió una declaración que decía: “Hemos estado así durante 30 años. Y durante 30 años no hemos dicho nada. Eso no cambiará hoy”, dijo Woodward. “Cuando la persona haya fallecido lo identificaremos. Tenemos una responsabilidad real hacia nuestras fuentes y en este caso con la fuente conocida como Garganta Profunda”. Pero Vanity Fair no tiene la misma idea. El artículo sobre Felt concluye: “Felt, habiendo albergado sentimientos ambivalentes de orgullo y autorreproches, ha vivido más de 30 años en una cárcel construida por él mismo. Una cárcel construida sobre sus fuertes principios morales y su lealtad con el país y la causa. Pero ahora, animado por el apoyo y las revelaciones de su familia, ya no debe sentirse encarcelado”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Ximena Federman.

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