Nuevos casos de tortura de la dictadura militar chilena fueron reconocidos ayer por el gobierno de Ricardo Lagos, entre ellos los de 87 menores de 12 años, y las víctimas recibirán un resarcimiento económico y moral del Estado nacional. Un anexo del informe de la Comisión Valech, encabezada por el obispo Sergio Valech, que investigó las violaciones a los derechos humanos durante los 17 años de gobierno de facto de Augusto Pinochet, incluyó otros 1201 casos de personas que fueron detenidas y torturadas, que se suman a los anteriores 28.000. También ayer, mientras la Corte de Apelaciones de Santiago volvió a suspender, por segunda semana consecutiva, la votación del desafuero de Pinochet por el caso Riggs, la quinta sala del tribunal absolvió a los comandantes retirados de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) en el caso de la desaparición de una militante de izquierda.
El objetivo de la comisión era dar la posibilidad a los ex prisioneros de la dictadura, que no fueron incluidos para recibir indemnizaciones, de pedir la revisión de sus testimonios. Lagos aseguró que “esas 1201 personas tendrán los derechos de reparación que se estableció en la ley que oportunamente aprobó el Parlamento de Chile”. La ley establece una pensión mensual vitalicia de 112.000 pesos (190 dólares) y un bono de más 5000 dólares, mientras los hijos de las víctimas nacidos en prisión recibirán una compensación de 7000 dólares. De los 35.000 testimonios -7000 fueron desestimados por falta de pruebas– que la Comisión Valech escuchó entre noviembre de 2003 y noviembre de 2004, el 12,5 por ciento correspondió a mujeres. La mayoría de ellas afirmaron haber sido víctimas de violencia sexual sin distinción de edades. “Sufrí golpes y aplicación de corriente eléctrica en todo el cuerpo. Fui colgada de pies y manos y me taparon la boca con una toalla; en ese momento me encontraba embarazada (un mes). Fui violada por distintos sujetos”, relató una joven detenida en Santiago en 1975. Otra joven detenida ese mismo año en la capital chilena agregó: “En un recinto secreto fui torturada, amarrada y vendada. Me dieron golpes de pies y puños. Me aplicaron electricidad en diversas partes del cuerpo. Me volaron los dientes delanteros de un culatazo. Sufrí abusos sexuales y reiteradas violaciones que resultaron en un embarazo”. El informe señaló que los métodos más utilizados de torturas fueron las golpizas reiteradas, los golpes de electricidad en las áreas más sensibles del cuerpo, colgamientos, simulacros de fusilamiento, humillaciones y vejámenes, así como la obligación de presenciar torturas o ejecuciones de familiares o amigos, entre otros.
La Corte de Apelaciones de Santiago volvió a cancelar la votación para desaforar a Pinochet por las millonarias cuentas secretas bancarias que tuvo en el exterior porque al juez Raúl Rocha, que tuvo problemas de salud la semana pasada –y sigue con licencia médica–, se le sumó, esta semana, el juez Alejandro Solís que sufrió un pico de presión. La nueva fecha podría ser el 8 de junio próximo.