EL MUNDO
El día en que Tony Blair se convirtió en Señor Europa
Deshauciado políticamente en casa tras las elecciones de mayo y atacado afuera por Francia, Alemania y Luxemburgo, Tony Blair protagonizó ayer un retorno espectacular centrado en la Unión Europea.
Por Stephen Castle *
Desde Bruselas
Tony Blair exigió una reforma fundamental a las prioridades de gastos de la Unión Europea al poner en escena un contraataque político de alto vuelo, advirtiendo a sus críticos europeos responder al llamado de alerta de los votantes descontentos. Ampliamente culpado por el fracaso de la cumbre de Bruselas la semana pasada, Blair salió ileso de un debate en el Parlamento Europeo, insistiendo en que “sólo con el cambio, Europa recuperará su fortaleza, su relevancia, su idealismo y el apoyo de sus pueblos”.
Sin embargo, el discurso cuidadosamente elaborado provocó muchas expectativas de reforma bajo la presidencia británica de la UE, que comienza el 1º de julio, pero no ofreció nuevas propuestas o claves sobre cómo resolver el impasse sobre el gasto europeo. El miércoles, los europarlamentarios habían aplaudido al primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, que atacó duramente a Blair por bloquear una tratativa del presupuesto de la UE para 2007-13. Pero ayer, la mayoría de los europarlamentarios parecieron seducidos por un discurso en el que Blair se describió a sí mismo como “apasionadamente proeuropeo”, mientras hacía un poderoso pedido de reformas para lidiar con las fuerzas de la globalización.
Desplegando ataques como la mejor forma de defensa, la intervención resultó una victoria táctica para Blair, quien hace sólo una semana se encontró casi aislado en su defensa del cheque británico. El primer ministro sostuvo que sería difícil ganar un referendo en cualquier país de la UE, añadiendo: “Es tiempo de darnos un chequeo de realidad. De recibir un llamado de alerta. La gente está tocando las trompetas alrededor de los muros de la ciudad, ¿estamos escuchando?”. El referéndum en Francia y en los Países Bajos “fue meramente el vehículo para que la gente registre un descontento más amplio y más profundo con el estado de los asuntos en Europa”.
Cuando comience la semana que viene la presidencia de seis meses de la UE por parte de Gran Bretaña, Blair asume la responsabilidad de negociar un acuerdo sobre el presupuesto de la UE, pero ayer se mantuvo en su exigencia de que la proporción del presupuesto de la UE destinado al gasto en agricultura debe ser recortado del 40 por ciento propuesto. El cheque británico, que vale 4600 millones de libras esterlinas anuales, podría negociarse pero con una sola condición. Blair dijo que no podía aceptar planes salvo que “establezcan un proceso que conduzcan a un presupuesto más racional; y que esto debe permitir que ese presupuesto moldee la segunda mitad de esa perspectiva financiera hasta 2013. De otra manera llegará 2014 antes de acordar un cambio fundamental, ni hablar de implementarlo”.
Pocos europarlamentarios hablaron en contra de la idea de Blair de más gasto en investigación y desarrollo en lugar de en la PAC. Varios, incluyendo el veterano incendiario Daniel Cohn-Bendit, destacaron la decisión de Gran Bretaña de bloquear una de las reformas de la PAC bajo la cual los subsidios a individuos serían recortados en 300.000. Esa decisión fue tomada ya que la mayoría de los recibos que van a Gran Bretaña están dirigidos a grandes terratenientes. Pero el ataque de Cohn-Bendit a Blair fue ganado por éste con una broma: “Antes yo solía escuchar sus discursos, ahora usted debe escuchar los míos”. La Eurosala estalló en risas.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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