Mar 28.06.2005

EL MUNDO

Corte a la protección de los periodistas en EE.UU.

La Corte Suprema de Estados Unidos apoyó la decisión de encarcelar a dos periodistas por negarse a revelar su fuente confidencial, en un caso que involucró a la Casa Blanca.

Por Andrew Buncombe*
Desde Washington

Al referirse ayer al sensible tema de la separación de la Iglesia y el Estado en Estados Unidos, una Corte Suprema dividida dictaminó que los Diez Mandamientos pueden ser exhibidos en sedes gubernamentales, pero no dentro de una corte federal. El mismo día, dos periodistas que se negaron a revelar las fuentes confidenciales se enfrentan a la cárcel después que la Corte Suprema se negara a escuchar su reclamo, de que los periodistas debían tener protecciones especiales. Sin hacer comentario alguno, la Corte aceptó la sentencia de un tribunal en primera instancia de que los dos reporteros debían ser encarcelados y acusados de desacato por negarse a testificar.
El caso se refiere a la salida de Valeria Plane, una operadora de la CIA, la mujer de un ex embajador de Estados Unidos, Joe Wilson. Su identidad se filtró en 2003 a través de un funcionario de la administración Bush en represalia por las declaraciones públicas de Wilson de que el gobierno había mentido sobre los esfuerzos de Irak para recomenzar su programa nuclear. Mucho después de que se filtrara su identidad, un delito federal, el Departamento de Justicia lanzó una investigación. Buscaba hablar con todos los periodistas que habían hablado con el gobierno oficial, incluyendo al columnista conservador Robert Novak, que había publicado la información.
Irónicamente, aunque la corresponsal del New York Times, Judith Miller, y el reportero de la revista Time, Matthew Cooper, habían hablado con las fuentes sobre la historia de Plane, ninguno tenía nada que ver con la filtración de su identidad. Ambos se negaron a cooperar con la investigación de la filtración del gran jurado, declarando que estaría mal revelar una fuente confidencial. Un juez federal había ordenado que como resultado de su negativa, Cooper y Miller debían pasar 18 meses en prisión. La revista Time también tuvo una multa de 1000 dólares diarios hasta que cumpla con la orden de la corte.
Por otra parte, en una decisión dividida y controvertida, los nueve jueces del Tribunal Supremo de Estados Unidos limitaron la presencia de cuadros o monumentos de contenido religioso en sedes judiciales o gubernamentales, pero lo permiten si la obra se presenta como una decoración histórica, no religiosa.
Una de las decisiones –dos en realidad– trataba de zanjar el debate sobre la conveniencia de prohibir los cuadros o símbolos religiosas en sedes judiciales y gubernamentales para preservar la separación entre la Iglesia y el Estado. En dos sentencias paralelas y todavía difusas, los magistrados trataron de establecer límites y limitaciones. En primer lugar, los jueces prohibieron la muestra de una réplica pictórica de los Diez Mandamientos en dos tribunales de Kentucky porque viola la primera enmienda de la Constitución que prohíbe al gobierno el apoyo a una religión por encima de otra. Por cinco votos contra cuatro, los jueces consideran que un cuadro de ese tipo en recintos públicos es inconstitucional.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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