Por Antonio O. Avila *
Desde México

Las comunidades indígenas de Chiapas, sur de México, han dado su apoyo a una nueva iniciativa política que en los próximos días hará pública el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). El “subcomandante Marcos” dejó ver en un breve comunicado que los rebeldes podrían decir adiós a las armas, una vez que decidieron emprender “una nueva iniciativa política de carácter nacional e internacional”. El presidente mexicano, Vicente Fox, dio la “bienvenida” a la iniciativa y ofreció garantías al ELZN para integrarse a la política. Según el diario La Jornada, se habían movilizado a San Cristóbal de las Casas efectivos del ejército, lo que fue negado por las autoridades.
El EZLN decidió romper con su concepción de organización indígena y guerrillera centrada únicamente en la defensa y los derechos de los pueblos indios de México. A la vez el “jefe supremo” del alzamiento indígena zapatista, Marcos, anunció el levantamiento del alerta roja (militarización de las actividades en las comunidades), mientras que a la plaza militar de San Cristóbal de las Casas llegaron unos mil soldados, lo que creó inquietud en la zona. El alerta rebelde se estableció el pasado 19 de junio y creó una ola de incertidumbre, pues el enigmático subcomandante habló en uno de sus clásicos comunicados de nuevas acciones que conllevarían el riesgo de perder lo ganado para los zapatistas. Ante la confusión que causó, debió salir al paso y aclarar que las consultas no tenían nada que ver con un retorno a las acciones bélicas. Ahora, en un nuevo mensaje enviado desde las montañas del sudeste mexicano, precisamente cuando han arreciado las versiones de que él vive prácticamente siempre en la ciudad de México, Marcos explicó en un comunicado que la comandancia indígena revolucionaria determinó “consultar a decenas de miles de bases de apoyo”.
“Entre los días 20 y 26 de junio se realizaron reuniones y asambleas en más de mil comunidades indígenas en el sur oriental del Estado mexicano de Chiapas.” En el punto quinto de los siete de que consta el comunicado, el subcomandante señaló que el “EZLN emprenderá una nueva iniciativa política de carácter nacional e internacional” y en el siguiente explicó que la comandancia general de la guerrilla “hará pública, en los próximos días, una serie de textos que forman parte de la llamada Sexta Declaración de la selva Lacandona”.
El subcomandante Marcos apenas descorrió el telón sobre lo que será la nueva aventura de los zapatistas, pero en sus recientes textos ha dejado ver que el movimiento indígena estaría dispuesto a ensanchar su campo de acción, sobre todo después de que él, como portavoz único del EZLN, ha arrasado con sus críticas a todos los partidos políticos. Incluso ha golpeado severamente al alcalde izquierdista de la ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, y a su partido, el de la Revolución Democrática. Sin explicar la razón, el líder de los rebeldes indígenas aclaró que en las juntas, asambleas y debates celebrados en las comunidades de las selvas y montañas de Chiapas“participaron sólo hombres y mujeres, 100 por ciento indígenas y 100 por ciento mexicanos, mayores de edad, bases de apoyo del EZLN, que escucharon los informes de la dirección zapatista, así como el análisis de la situación nacional y la propuesta de un nuevo paso en la lucha”.
En los cónclaves, para cuya realización se cerraron los Caracoles, centros de acción y decisión política civil del EZLN, “después de analizar y discutir las ventajas y desventajas, los peligros y los riesgos, todos y todas se manifestaron, con voto individual y libre, sobre la propuesta”. Aun cuando Marcos y la comandancia general zapatista no participan en elecciones y son reacios a cuestiones de encuestas y porcentajes, en esta
ocasión dieron a conocer que “como resultado tenemos que más del 98 por ciento aprobó el nuevo paso, y menos del 2 por ciento decidió no apoyar la propuesta”.
En la Cuarta Declaración de la selva Lacandona, Marcos fundó el Frente Zapatista de Liberación Nacional, que intentó ser el brazo político de la guerrilla, pero que fracasó debido a que excluía a toda persona que militara en algún partido o trabajara en puestos medios o de mando de cualquier nivel de gobierno. En junio de 1998, el subcomandante señaló que se trataba de crear una “organización civil y pacífica, independiente y democrática, mexicana y nacional, que luche por la democracia, la libertad y la justicia en México”.
Por su parte, Fox dijo a la prensa en Belmopan (Bélice), donde se halla en visita oficial, que también está dispuesto a “trabajar” con el “subcomandante Marcos”, para lograr la integración de ese movimiento rebelde a la vida institucional de México. “No sólo doy la bienvenida (a la iniciativa política de los rebeldes), sino que invito ahora al señor Marcos a que juntos armemos la etapa de integración a la vida política y de integración a acuerdos que beneficien a las comunidades” indígenas, señaló Fox. El portavoz de la presidencia mexicana, Rubén Aguilar, en Ciudad de México ayer abrió la posibilidad de que se retiren las acusaciones contra el “subcomandante Marcos” y el resto de los insurgentes para “facilitar” su inserción en la política. Una orden de captura contra el subcomandante Marcos y otros dirigentes del EZLN fue anunciada en febrero de 1995 por el entonces presidente de México, Ernesto Zedillo, al mismo tiempo que afirmó que el hombre detrás del pasamontañas de Marcos se llama Sebastián Guillén Vicente.
Sin embargo, el funcionario negó que el ejército mexicano esté reforzando su presencia en la zona y señaló que los efectivos que fueron trasladados a una zona cercana del área controlada por los zapatistas se encuentran en “una rutina de adiestramiento”. Informaciones provenientes de la zona de influencia zapatista, apoyadas por fotografías, ayer señalaron que recorren la zona decenas de vehículos con soldados armados.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.