Incorporación de al menos cuatro ministros al gabinete nacional y la participación de la bancada en la elaboración de políticas públicas. Estas fueron algunas de las condiciones que impuso ayer parte del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) para aceptar la propuesta del presidente Inácio Lula da Silva de formar un gobierno de coalición. Mientras tanto, la oposición logró iniciar la investigación en el Senado sobre la mafia del juego ilegal que podría complicar aún más al ex jefe de Gabinete José Dirceu. Asimismo, el líder del partido de Roberto Jefferson en Diputados declaró haber estado en reuniones en las que el Partido de los Trabajadores (PT) arreglaba los sobornos con su base aliada, desmintiendo al presidente del PT. Desde el gobierno, Lula presentará hoy un paquete de medidas anticorrupción.
El PT logró aprobar en la Cámara baja la creación de una comisión parlamentaria de investigación que establezca si hubo compra de votos durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso. Dentro de la estrategia oficial para retomar el control de la situación, Lula presentará dos proyectos de ley y un decreto para combatir el enriquecimiento ilícito y proponer nuevas sindicaturas dentro del gobierno para liderar los procesos internos de los ministerios. La CPI del caso de los Correos estuvo muy ocupada ayer. Levantó el secreto fiscal, telefónico y bancario del publicista Marcos Valerio, acusado por el diputado Je- fferson, del Partido Laborista Brasileño, de ser el “hombre de la valija” que transportaba los sobornos del PT a legisladores. Esta medida será retroactiva a los últimos cinco años. Quedaba por ver si también se aprobaría levantar el secreto que ampara los contratos firmados por sus dos compañías con la empresa estatal de Correo y, quizá, con otras compañías. Durante la tarde, en el Comité de Etica de la Cámara baja, comparecieron varios testigos, entre ellos ex directivos del Correo, empresarios y diputados. Sin embargo, se pospuso la declaración de Valerio y de su secretaria, Fernanda Karina Somaggio, para el próximo miércoles. Somaggio, ya desmintió, ante la CPI de los Correos, sus propias acusaciones contra la empresa publicitaria. La presencia hoy en el recinto de Jefferson, el hombre que comenzó la crisis que atormenta al PT y a Lula, también fue confirmada.
Diecinueve de los 23 senadores y 52 de los 85 diputados del PMDB firmaron el “pacto de gobernabilidad”, aceptando la propuesta de Lula. El senador Ney Suassuna defendió la decisión y aseguró que “esto es un juego de ajedrez”. A partir de este acuerdo, el PMDB podría tener, en total, unos siete ministerios nacionales y una participación directa en la elaboración de las políticas públicas. No obstante, las repercusiones al interior del partido se harán sentir, ya que la división en este tema fue profunda. Luego de conocerse el documento, el presidente de PMDB, Michel Temer, explicó en una carta: “Vamos a colaborar con la gobernabilidad como siempre, pero no hay consenso”. En cambio, para el ex presidente José Sarney, encargado de entregar a Lula el acuerdo, “lo importante es que la enorme mayoría de la bancada apoya el pacto”. Para analistas locales, con esta movida el gobierno buscaría tomar distancia de la imagen desacreditada de su partido.
También ayer se abrió un nuevo frente que preocupa a Lula. Con una ausencia casi total de parlamentarios del PT, quedó instalado el grupo que intentará determinar los lazos de Waldomiro Diniz con las mafias del juego ilegal. En los primeros meses de la gestión actual, Diniz era subjefe de Asuntos Parlamentarios de la Presidencia –trabajaba junto a Dirceu–, pero fue destituido luego de ser acusado de extorsionar a la mafia del juego ilegal de Río de Janeiro para financiar la campaña de al menos un candidato del partido de Lula en las elecciones de 2002.