Eduardo Rodríguez no está para quedarse. El gobierno boliviano desestimó ayer la posibilidad de que el presidente interino, hasta hace semanas titular de la Corte Suprema, prolongue su mandato hasta el 2007, ante la falta de un acuerdo en el Congreso para llamar a elecciones generales a fin de año. El delegado presidencial para Asuntos Políticos, Jorge Lazarte, no descartó que la falta de consenso de los parlamentarios obligue a Rodríguez a convocar sólo “lo que le corresponde constitucionalmente”, la elección de presidente y vice con mandato reducido a agosto de 2007.
Rodríguez, ex presidente de la Corte Suprema de Justicia, asumió la presidencia el pasado 10 de junio en reemplazo de Carlos Mesa, quien renunció a su cargo en medio de una ola de protestas sociales. La Constitución boliviana contempla que en caso de asumir la primera magistratura el titular de la Corte Suprema de Justicia antes de cumplirse tres años de un período presidencial, como ocurrió con Rodríguez, deberá convocar a elecciones de presidente y vice en un plazo de seis meses y sólo para completar ese mandato. “El presidente, ni por razones políticas ni constitucionales, va a aceptar esta prórroga”, ante las demandas de anteayer del diputado socialista cocalero Evo Morales de que Rodríguez se quede hasta el 2007.