Sáb 02.07.2005

EL MUNDO  › BLAIR TOMO EL MANDO DE LA UE CHOCANDO
CON FRANCIA Y ALEMANIA

El amanecer de la Europa británica

Desde ayer y por los próximos seis meses, una Unión Europea en crisis estará bajo la agenda reformista de Londres.

Por Andrew Grice
y Stephen Castle *

Desde Bruselas
Gran Bretaña ha abierto un nuevo frente en la batalla sobre el futuro de la Unión Europea al montar un desafío directo a las medidas de protección social en el continente. Tony Blair anunció que Gran Bretaña usaría sus seis meses en la presidencia rotativa de la UE, que comenzó ayer, para revisar el “modelo social” europeo que preside sobre los derechos de los trabajadores, la flexibilidad del mercado laboral, la capacitación y el bienestar social.
La movida amenaza causar más conflictos con Francia y Alemania, ya en dificultades con Gran Bretaña sobre el presupuesto de la UE, y que afirman que el sistema británico deja a la gente a merced del mercado. Estos países ofrecen un nivel de protección social más alto que Gran Bretaña, que cree que el modelo continental asfixia el crecimiento y la creación de empleos. Pero Blair ganó el importante apoyo de la Comisión Europea para la iniciativa cuando sus miembros visitaron Londres ayer. La Comisión producirá un escrito sobre “el modelo europeo de sustentabilidad” a la luz de la globalización. José Manuel Barroso, el presidente de la Comisión, dijo: “Para tener un modelo social ambicioso, necesitamos crecimiento. Sin crecimiento en Europa, no podemos cumplir con las expectativas de justicia social que tienen nuestros ciudadanos”. Barroso dijo que era un error colocar el libre mercado contra el mercado social porque “necesitamos de ambos”. Eso fue un guiño en la dirección del “modelo nórdico” adoptado por países como Suecia, que han usado impuestos altos para financiar enormes inversiones en educación, investigación y desarrollo, generando un crecimiento económico saludable. Mientras que las leyes laborales son más flexibles, permitiendo a los empleadores despedir más fácilmente a los trabajadores que en Francia o Alemania, los desocupados son mantenidos con generosos subsidios de desempleo y alentados a recapacitarse.
En una conferencia de prensa conjunta con Barroso, Blair admitió que estaba “corriendo un riesgo” al hablar del modelo social, pero dijo: “Creo que es sensato hacerlo. Todos saben que el debate está en marcha en Europa, de manera que tengámoslo”. El primer ministro insistió: “Europa no se trata sólo del libre mercado y no es sólo sobre la economía, pero es inútil tratar de competir en este mundo duro y cambiante a menos que estemos dispuestos a hacer los cambios que sean necesarios, lo que incluye no abandonar nuestro modelo social, sino adaptarlo y modernizarlo”.
Blair anunció que convocará a una cumbre informal de líderes europeos en Gran Bretaña este otoño para discutir la futura dirección después de los votos por el “no” en los referendos francés y holandés sobre la propuesta Constitución de la UE. Admitió que Gran Bretaña se estaba haciendo cargo de la presidencia en un “momento difícil” y buscó minimizar las esperanzas de una salida a la crisis presupuestaria de la UE antes de otra cumbre en diciembre. “Haremos lo mejor posible para progresar, para alcanzar un acuerdo. Si es posible o no, realmente no lo sé”, dijo. “No tiene sentido pretender que no hay temas reales y dificultades reales.”
Barroso, que dijo que era un “período duro” para la política europea, emitió una advertencia cifrada a Gran Bretaña para que no busque sus propios intereses durante su presidencia. “Nadie va a imponer su propio punto de vista sobre los otros”, dijo. Pidiendo un acuerdo urgente sobre el presupuesto para evitar la “parálisis”, añadió: “Todos deben moverse”. También apeló a todos los líderes de la UE para adoptar una “cultura de compromiso” y evitar “una retórica nacionalista”. El mensaje fue reforzado por Peter Mandelson, comisario de Comercio de la UE y todavía un cercano aliado de Blair, que dijo que Gran Bretaña podía actuar como un “intermediario honesto” mientras no persiguiera sus propios intereses en lugar de los de la UE como una totalidad. Afirmó que había que unificar, más que dividir, a Europa.Catherine Colonna, la ministra francesa de Asuntos Europeos, dijo que Gran Bretaña tenía la “responsabilidad de dejar de lado sus intereses nacionales y trabajar para el interés general europeo”. Añadió que el reembolso de 4500 millones de euros de la UE a Gran Bretaña seguía siendo un “problema”. Gran Bretaña catalogó sus prioridades como el presupuesto de la UE, la reforma de la política agrícola común, el recorte de la burocracia que emana de Bruselas, las directivas sobre el tiempo de trabajo, la extensión del mercado único a los servicios y una cooperación estrecha en antiterrorismo, tráfico de personas e inmigración ilegal.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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