Mié 22.05.2002

EL MUNDO  › SHARON RECHAZA ELECCIONES ANTICIPADAS EN ISRAEL

Cuánto vale un plan de ajuste

Por Brian Whitaker*
Desde Jerusalén

El gobierno de coalición de Ariel Sharon enfrentará hoy la lucha más dura para su supervivencia, cuando los miembros del Parlamento voten por segunda vez un programa de ajuste rechazado allí mismo hace dos días. Según algunos analistas israelíes, un nuevo fracaso del gobierno podría forzar la convocatoria a elecciones anticipadas en un plazo máximo de seis meses, además de agravar el daño a la economía israelí. Anteayer, Sharon había destituido a los ministros pertenecientes a los dos partidos religiosos que negaron el apoyo al paquete: el sefaradí Shas y el askenazi Judaísmo Unido de la Torá (JUT). La salida de los dos deja a la coalición con apenas 60 de las 120 bancas del Knesset (Parlamento israelí).
Como las destituciones no se harían efectivas hasta anoche, el Shas, que tiene 17 diputados (la tercera fuerza política israelí), esperaba que Sharon hiciera concesiones de último minuto para salvar su coalición. Shas y el JUT quieren que se anule el recorte del 24 por ciento de las ayudas por niño que reciben las familias cuyos jefes no sirven en el ejército. Esto afecta a la mayoría de los votantes de ambos partidos, que no entran en la milicia por razones religiosas. El laborismo, que es el mayor partido de la coalición de gobierno, ha dicho que no apoyará el paquete de ajuste si no se incluye este recorte.
Ayer, mientras Shas insinuaba que estaba listo para regatear, el ministro de Finanzas, Silvan Shalom, insistió ante el Parlamento en que “no hay intenciones de iniciar negociaciones para comprar votos”. En la radio del ejército, dijo que “éste es un país de todos sus ciudadanos, y la economía también. Aquel que no entienda esto, aquel que intente defender su pequeña parcela de territorio, se dará cuenta pronto que no hay nada que defender”. La economía de Israel está duramente golpeada por la recesión mundial, el alto costo militar de las operaciones en territorios palestinos y la baja sensible del turismo.
Aunque reconoce que hay que ajustarse los cinturones, cada miembro de la coalición trata de proteger sus propios intereses. Pero Sharon dio señales de que no irá al rescate de la unión. El choque con el Shas y el JUT ocultó el descontento extendido contra el recorte de 2700 millones de dólares. Apenas 44 miembros del Knesset votaron a favor, 47 en contra y 29, incluyendo varios laboristas y diputados del Likud, no votaron. Para hoy, el laborismo anunció que 22 de sus 24 representantes votarán a favor del ajuste. Según Arye Carmon, del Instituto de la Democracia de Israel, la postura de Sharon quizás haya estado influida por la batalla, fuertemente publicitada, con su rival dentro del Likud, Benjamin Netanyahu. “Ahora Sharon está muy decidido a pasar por arriba de los partidos políticos para dirigirse a la gente y mostrarle que mantiene un liderazgo fuerte.”
Las opciones de Sharon son: convocar a elecciones anticipadas, llegar a un acuerdo con los partidos religiosos o sumar a otros partidos a la coalición de gobierno. Ayer se especulaba con que dos partidos laicos, el Shinui y Unión Nacional-Israel Beitenu, se sumarían, pero pondrían un precio a su apoyo.
* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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