El sospechoso somalí detenido el viernes en Roma confesó su participación en los atentados del 21 de julio en Londres. “Sólo queríamos sembrar el terror”, admitió Hamdi Aduss Isaac, de 27 años, que se identificó originalmente como Osman Hussain. El joven dijo a la policía italiana que había recibido el encargo de colocar una mochila con explosivos en una estación de subte londinense. “No quisimos matar a nadie”, explicó.
Según publicaron ayer los principales diarios italianos, Isaac les dijo a los fiscales Pietro Saviotti y Franco Ionta que “teníamos que hacer algo, teníamos que reaccionar a la hostilidad y al clima de odio que se desató después de los atentados del 7 de julio. No tuvimos y no tengo la intención de matar a nadie: esa bomba no podía causar víctimas”. El detenido negó tener vinculación con Al Qaida y dijo que la organización de los atentados fue local.
Isaac es un somalí nacionalizado británico cuyo hermano –que también fue detenido el viernes– vive en Roma. Fuentes oficiales italianas revelaron que la familia llegó a Europa con el status de refugiados políticos y que el terrorista habla italiano porque vivió allí cinco años. Isaac fue detenido por pedido de Gran Bretaña por la Digos, la división antiterrorista de la policía de Italia. Detenido en la prisión romana de Porta Coeli, dijo que fue reclutado por Muktar Said Ibrahim, que fue detenido el mismo viernes en Londres acusado de haber colocado una bomba en un ómnibus en Hackney y a quien él conocía del gimnasio.
Isaac explicó que aceptó participar por la reacción adversa a la comunidad islámica después del atentado. “La religión no tiene nada que ver en esto. Muktar nos mostró un video con imágenes de Irak y nos dijo que teníamos que hacer algo grande. Nos encontramos para eso y luego hablamos. Teníamos que cometer alguna acción, pero no queríamos provocar muerte. Sólo fue un ataque demostrativo”, dijo el joven detenido, según el diario Il Corriere.
Isaac negó haber participado de los atentados del 7 de julio, que dejaron 56 muertos y 700 heridos. “No queríamos matar, solamente sembrar el terror. Vine a Roma porque no sabía adónde ir y porque aquí podía encontrar alojamiento en casa de unos amigos. Si hubiera esperado un poco, podría haber ido a otra parte”, aseguró. Según la Digos, Isaac salió de Inglaterra el 26 de julio en tren, pasó por París y llegó a Roma vía Milán.
El terrorista contó que “me dieron una mochila para que hiciera una demostración, pero la bomba perdió ácido durante el viaje y me hirió en la pierna”. Esto parece confirmar que el explosivo usado fue TATP, al que los terroristas llaman “Madre de Satán”. El TATP, triperóxido de triacetona, se fabrica con agua oxigenada, acetona y un ácido. La fórmula se seca hasta ser un polvo, es muy inestable y peligrosa y debe usarse rápidamente.
Ayer a la tarde, Isaac fue llevado ante un juez de la corte de apelación romana para la primera audiencia por el pedido de extradición presentado por el gobierno británico y pidió permanecer en Italia. Su abogada defensora de oficio, Antonietta Sonnessa, dijo que “hay elementos contrarios a la extradición” que permitirían la defensa. Además del pedido de arresto inglés, Isaac sufre una demora italiana por terrorismo internacional. Según informó el ministro del Interior italiano, Giuseppe Pisanu, la policía realizó al menos 15 allanamientos en varias partes de Italia buscando personas que se contactaron con el sospechoso.
Mientras Isaac confesaba en Roma, en Londres se realizaba un nuevo arresto clave. Scotland Yard anunció ayer que quedó preso un presunto quinto terrorista de los que plantaron las bombas el 21 de este mes. Fuentes policiales lo identificaron como Whabi Mohammed, de 23 años, hermano de Ramsi Mohammed, uno de los primeros detenidos que fueron identificados por las fotos difundidas por la policía. La detención parece confirmar que hubo un quinto terrorista que no llegó a detonar su carga y abandonó su mochila en un parque de Londres cercano a una estación del subte. La bolsa fue descubierta hace una semana.
Scotland Yard liberó anoche a uno de los detenidos en las amplias redadas realizadas por los atentados del 7 y el 21 de julio. El sospechoso, identificado apenas como “C”, fue dejado en libertad sin acusación alguna en su contra.