EL MUNDO
Después de una pausa, los ataques palestinos vuelven golpe a golpe
Mientras Israel salía de su crisis de gobierno, un terrorista kamikaze se inmoló en Rion Letzión, la misma ciudad de un atentado hace dos semanas. Hubo tres muertos –incluido el terrorista– y 20 heridos.
Antes de la invasión intensiva, que duró más de un mes, del ejército israelí sobre las principales ciudades autónomas palestinas en Cisjordania, el panorama en Medio Oriente era aproximadamente éste: atentados suicidas contra ciudades israelíes, asesinatos selectivos de palestinos por parte de Israel, y enfrentamientos generalizados en las zonas “fronterizas”, puestos de control y asentamientos. La Operación Muro Defensivo tenía el objetivo de alterar este ritmo. Hasta el momento, sólo ha puesto las cosas en cámara lenta. Ayer, otro atentado suicida, en la misma ciudad donde hubo otro similar hace dos semanas (Rion Letzión), dejó cuatro muertos y 20 heridos. Ayer, también, tres miembros de alto rango de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa (del movimiento de Al Fatah de Yasser Arafat) fueron asesinados en Nablus. En el plano interno israelí, el gobierno logró que el ajuste diseñado por el Ministerio de Finanzas para poder seguir costeando la Operación Muro Defensivo pasara su primera aprobación, ahuyentando por el momento el fantasma de la fractura del gobierno.
La crisis en el gobierno de coalición israelí había comenzado el lunes, cuando el recorte de 2700 millones de dólares recibió un rotundo “no” de la mayoría de la Knesset (Parlamento israelí), o sea, de los partidos del mismo gobierno. Sharon, desafiado en su propio partido Likud por el ex premier Benjamin Netanyahu, subió la apuesta: destituyó a los ministros de los dos principales partidos religiosos que apoyan la coalición, el Shas y el Judaísmo Unido de la Torá (JUT), reduciendo su mayoría parlamentaria a apenas 60 de los 120 diputados que componen la Cámara. De allí inició negociaciones para asegurarse los votos díscolos dentro del Likud y de su principal socio, el laborismo. La movida resultó por el momento exitosa: 65 diputados a favor del recorte, 26 en contra y siete abstenciones. Ni el Shas ni el JUT asistieron a la votación, pero lo de Sharon no fue ciento por ciento un portazo. Fuentes políticas israelíes dijeron ayer que el premier está tratando de llevar a la coalición al partido Unión Nacional, del polémico Avigdor Lieberman, cuando el eje en teoría estaba en el partido de centro Shinui. La razón del cambio es que Shinui es fuertemente antirreligioso y bloquearía un nuevo reacercamiento con el Shas y el JUT. Fuentes allegadas a Sharon dijeron que se reunirá hoy con Liberman —cuyo partido ya estuvo el año pasado dentro de la coalición— para negociar el voto favorable de sus siete diputados en la Knesset.
En Rion Letzión, mientras tanto, la bomba llamó dos veces. Hace dos semanas, 15 israelíes habían muerto en un atentado suicida en un salón de billar. Ayer, el suicida se hizo detonar en un abarrotado centro comercial. Dos personas, además de él, murieron, y hay por lo menos 20 heridos. Un testigo declaró a la radio del ejército israelí que la explosión ocurrió cerca de un café al aire libre “donde hay mesas y muchísimos trabajadores extranjeros se sientan a jugar cartas”. Y describió: “Esto es como un manicomio. Vi a cinco o seis personas tiradas en el suelo. Sus cuerpos están destrozados”. El atentado fue reivindicado por la Brigada de Mártires de Al Aqsa. El domingo, otro atentado sobre otra ciudad tradicionalmente golpeada por estos atentados, Netanya, había dejado otros tres muertos.
En los territorios autónomos palestinos, las muertes también se multiplican, y justamente contra las Brigadas de Al Aqsa. Un grupo de tanques israelíes atacaron sobre el campo de refugiados de Balata, en Nablus, escenario de numerosas incursiones antes y después de la Operación Muro Defensivo. Y atacaron de manera precisa, sobre una casa donde estaban cuatro dirigentes de esta facción armada del movimiento político Al Fatah. Se trata de Mahmud Al Titi, Imad Al Jatib y Iad Abu Hamdán. La cuarta aún no fue identificada. El ejército israelí ha confirmado el bombardeo y señaló que Al Titi y sus hombres eran responsables del asesinato de 11 israelíes. Anteayer, un dirigente del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), que también realiza ataques frecuentes sobre Israel, había sido asesinado en Beirut. El FPLP acusó al Mossad israelí.