Lun 03.10.2005

EL MUNDO  › SOSPECHAN QUE FUERON KAMIKAZES LOS DE INDONESIA

Como el 7-J pero en la isla de Bali

La policía cree que fugitivos del grupo Jemaat Islamiyah, ligado a Al Qaida, son los autores de los mortíferos ataques sincronizados del sábado. Y que fueron terroristas suicidas como en Londres.

› Por Jan McGirk y Kathy Marks *
Desde Bangkok y Jimbaran, Bali

Dos militantes malayos, uno de los cuales se educó en Gran Bretaña, fueron identificados ayer por la policía indonesia como los principales sospechosos de los atentados de Bali en el que murieron 26 personas y 122 resultaron heridas el sábado. Un video casero, difundido ayer por la policía, demostró que se trató de un ataque suicida. Se ve a un hombre con camisa negra y jeans entrando a uno de los lugares de comida de Jimbaran e inmolándose. También se difundieron fotografías de tres cabezas, con sus caras intactas, de tres asiáticos de aspecto joven que podrían ser los atacantes suicidas. El mayor general Mbai, el oficial de antiterrorrismo, declaró que parecía que llevaban los explosivos atados en la cintura. “Sólo quedaron sus manos y sus pies,” explicó.
La zona sur de la bahía de Jimbaran –un vasto arco de arena blanca famosa por sus hermosos atardeceres– es una escena congelada en el tiempo. Las mesas al aire libre del Café Menega están cargadas de comidas a medio comer, con servilletas blancas arrugadas revoloteando en la brisa. Pero la gente que se reunió allí el sábado a la noche para comer mariscos bajo las estrellas no se ve por ningún lado. El reloj del café se paró alrededor de las 7.30 de la noche cuando una bomba explotó entre dos mesas. Mientras la gente huía gritando, otra bomba explotó unos minutos después en el Café Nyoman, justo al lado de la playa. A unos cinco kilómetros de allí, una tercera explosión destruyó el restaurante Raja en Kuta, el corazón de la industria turística de Bali.
Los dos sospechosos, Azahari bin Husin y Noordin Mohamed Top, habían sido los hombres más buscados del sudeste asiático desde los ataques de Bali de hace tres años que dejaron 202 personas muertas. Bin Husin, que es conocido en Malasia como “Hombre Demoledor”, completó un doctorado en valuación de la propiedad en la Universidad de Reading en la década del ’90. Azahari, que fue entrenado en Australia, se apoda “Hombre de dinero”. Los dos son figuras clave de Jemaat Islamiyah (JI), el grupo terrorista vinculado con Al Qaida, al que se lo acusa de los ataques en Bali del sábado. Su miembro más prominente, Hambali, fue rastreado hasta Ayutthaya, en el norte de Bangkok, dos meses antes del primer ataque en Bali. Pero su detención no eliminó la red, que aboga por un hogar panislámico a lo largo del sudeste asiático. Podría haber desorientado a sus interrogadores con falsos testimonios. Azahari, de mediana edad, había dejado Malasia para estudiar ingeniería mecánica en Australia en la década del ’70, antes de llegar a Gran Bretaña. También buscó entrenamiento en armas en el sur de Filipinas y en Afganistán, donde se hizo amigo de militantes que desde entonces han traído al movimiento a su territorio original.
Los cuerpos todavía están siendo identificados en la morgue en el hospital principal de Bali, el Sanglash, aunque ya fue confirmado que 12 indonesios, tres australianos y un japonés están entre los muertos. Los heridos incluyen a 64 indonesios, 20 australianos, siete surcoreanos, cuatro estadounidenses, tres japoneses, un alemán y un turista francés. Dos británicos fueron heridos, uno de los cuales, era un mujer con doble nacionalidad, británica y australiana, que fue trasladada en avión a Jakarta para tratamiento. El embajador británico en Jakarta, Charles Humfrey, aseguró que no puede descartar alguna muerte británica ya que todavía no se han identificado 10 cuerpos.
Sidney Jones –una analista, con base en Jakarta del Centro Internacional de Crisis– advirtió, sin embargo: “Es muy temprano para hacer vinculaciones directas. No hay una certeza definitiva de que JI está detrás de los ataques. Son muy sospechados, pero posiblemente sería un esfuerzo de un imitador”. Algunos han especulado con que los ataques podrían ser la obra de un grupo que busca desestabilizar la presidencia de Susilo Bambang Yudhoyono o de personas enojadas por los masivos aumentos en el precio del combustible que su gobierno ha implementadorecientemente. La policía no tiene inteligencia sólida que sugiera que tanto Azahari como Noordin, de 35 años, estaban en Bali o están vinculados con los últimos ataques. Los dos han sido fugitivos desde que huyeron de Indonesia escapando de un paquete de medidas violentas del gobierno malayo impuesto después de los atentados del 11-S en los Estados Unidos.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12. Traducción: Laura Carpineta.

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