Por José Comas *
Desde Berlín

La presidenta democristiana Angela Merkel, de 51 años, será la primera mujer y la primera persona originaria de la antigua República Democrática Alemana que ocupe el cargo de canciller federal en Alemania. Para ello deberán llegar a buen puerto las negociaciones para formar un gobierno de gran coalición entre socialdemócratas (SPD) y democristianos (CDU/CSU) y Merkel tendrá que superar en su día, previsiblemente en la segunda quincena de noviembre, la votación en el futuro Parlamento Federal (Bundestag). Las comisiones ejecutivas del SPD, CDU/CSU aprobaron ayer la candidatura de Merkel a la Cancillería e iniciar el próximo lunes la negociación del programa de gobierno de la gran coalición.
La CDU/CSU ha pagado caro por la cabeza del canciller federal Gerhard Schroeder, de 61 años, cuyo futuro no ha quedado claro tras el acuerdo logrado ayer. Hasta el último minuto los socialdemócratas sostuvieron que Schroeder tenía que seguir como canciller e incluso se barajaron opciones de turnarse con Merkel. Schroeder participará en la negociación del programa de gobierno, pero ni él ni el SPD han dicho nada sobre el porvenir del actual canciller alemán. En las llamadas Bases para el inicio de negociaciones de una coalición entre la CDU/CSU y el SPD se acuerda que los democristianos eligen canciller y ministro de la Cancillería y además los ministerios de Economía y Tecnología, Interior, Defensa, Familia, Educación e Investigación y Agricultura. Al SPD le corresponden Asuntos Exteriores, Hacienda, Justicia, Cooperación Económica, Trabajo y Seguridad Social, Salud, Tráfico y Medio Ambiente. El acuerdo para gobernar se extiende a todo el período legislativo, los próximos cuatro años.
Las decisiones sobre quién ocupará los ministerios corresponden a cada una de las partes contratantes. La CDU tendrá cuatro ministerios, además de la canciller Merkel y el ministro de la Cancillería. El partido hermano, la Unión Social Cristiana (CSU) bávara, dispondrá de dos carteras. Su presidente, el primer ministro de Baviera Edmund Stoiber, de 64 años, es el único que ha confirmado ya su intención de trasladarse a Berlín y ocupar el Ministerio de Economía y Tecnología. Este ministerio, que se ha desglosado del actual superministerio de Economía y Trabajo, adquiere competencias en cuestiones de política industrial europea y tecnología. Stoiber expresó su satisfacción por estar a cargo de la cartera de Economía la que en su día desempeñó el legendario Ludwig Erhard, padre del milagro alemán de la posguerra. El primer ministro bávaro declaró ayer en Munich que seguirá al frente del gobierno de Baviera hasta que se aclare si las negociaciones para el gobierno de gran coalición llegan a buen término.
Además del reparto de carteras, los primeros acuerdos de contenido fijaron cuatro puntos:

1. A partir del año 2010 Alemania tendrá que dedicar el 3% del PBI anual a inversiones en investigación y desarrollo.

2. Ambas partes reconocen la vigencia de la llamada autonomía de los trabajadores y la patronal en la negociación de convenios colectivos. No obstante, se reconoce la importancia de acuerdos a escala empresarial para mantener el empleo dentro del marco de los convenios colectivos tras negociaciones entre sindicatos y empresarios.

3. Simplificar el impuesto sobre la renta “para lograr más transparencia, eficiencia y justicia”. Se intenta lograr una reducción de las deducciones fiscales, pero se mantiene de forma expresa que los ingresos por trabajo nocturno y en días festivos permanecerán libres de impuestos.

4. Mejora de las condiciones de vida de las familias. Se acuerda incluir una cantidad deducible por padres e hijos y la introducción de un nuevo subsidio adicional por paternidad. Las metáforas más repetidas ayer en Berlín para calificar el acuerdo eran “parto doloroso” y “matrimonio de conveniencia”. Ambas expresiones definen con precisión lo logrado tres semanas después de las elecciones del pasado 18 de septiembre que dejaron casi en empate la correlación de fuerzas con el 35,2% de la CDU/CSU y el 34,2% del SPD. Desde entonces el SPD, por boca de su presidente Franz Müntefering, se hartó de repetir la frase: “Negociamos de igual a igual”. Al mismo, tiempo insistían en que Schroeder tenía que seguir de canciller. La CDU/CSU se aferró a la tradición de que el socio que tiene el grupo parlamentario mayor tiene derecho a nombrar canciller y presidente del Bundestag.
Los democristianos hicieron valer al final sus 436.384 votos por encima del SPD y sus 226 escaños frente a los 222 de los socialdemócratas. La ejecutiva del SPD recibió a regañadientes el acuerdo. El servicio de noticias Spiegel Online publicó una información titulada Auténtico horror en el grupo parlamentario del SPD. Recoge la crónica las declaraciones del diputado Johannes Kahrs, jefe del sector derechista de los diputados del SPD. Según Kahrs, el acuerdo de “entregar a la CDU Economía y a nosotros Trabajo equivale a un bloqueo total”. Kahrs insistió: “El SPD queda encargado de los problemas del país y la CDU de su futuro”.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.