Por Rupert Cornwell *
Desde Washington

Los gobiernos de Estados Unidos y Afganistán están investigando denuncias sobre soldados norteamericanos en Afganistán que quemaron los cuerpos de dos militantes talibanes y luego se burlaron de otros combatientes islámicos sobre la cremación, una profanación de las costumbres musulmanas. El citado incidente fue filmado por un reportero gráfico integrado en una unidad del ejército de Estados Unidos en las colinas cerca de la ciudad sureña de Kandahar este mes. Su autenticidad no parece ser seriamente cuestionada.
Comandantes militares estadounidenses en Afganistán calificaron el episodio de “repugnante”. Dijeron que la división de investigación criminal del ejército estaba considerando cargos que incluían “incineración de cuerpos de enemigos combatientes bajo circunstancias inapropiadas”. En Kabul, el gobierno afgano de Hamid Karzai insistió en que aquellos que son responsables deben ser castigados. “Condenamos fuertemente cualquier falta de respeto a cuerpos humanos, sin tener en cuenta si son de enemigos o amigos,” dijo un vocero.
El video, divulgado por la cadena australiana SBS, fue filmado por Stephen Dupont, un periodista australiano con el 173º regimiento de paracaidistas. Muestra a un grupo de soldados mirando mientras dos cuerpos a unos metros de ellos son consumidos por las llamas. Dos soldados con acento norteamericano enviaron luego mensajes burlones aparentemente dirigidos a un pueblo cercano en que creían que habían sido refugiados los insurgentes. “Dejaron a sus combatientes tendidos, con el rostro orientado hacia el oeste para ser cremados. Ustedes tienen demasiado miedo de venir a recuperar los cuerpos” decía supuestamente un mensaje.
La transmisión, organizada por la unidad de operaciones psicológicas del ejército, se refiere a los talibanes como “perros cobardes”. Dupont dijo que los mensajes fueron transmitidos en el idioma local y traducidos a inglés para él por tropas de operaciones psicológicas. El video mostraba vehículos militares con altavoces pasando música en alto volumen.
Las circunstancias son una violación directa a la tradición islámica en Afganistán, donde sus muertos son enterrados con sus cabezas apuntando al norte, sus pies hacia el sur, y sólo sus caras vueltas hacia la Meca, en el oeste. Tampoco es la cremación una costumbre musulmana; los cuerpos son normalmente lavados, envueltos en ropas blancas y enterrados dentro de las 24 horas de la muerte. Las Convenciones de Génova estipulan que los enemigos muertos deben ser sepultados con honor.
Ahmad Fahim Hakim, vicepresidente de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán, dijo que la cremación de cuerpos era “atroz”, y que Estados Unidos estaba “ignorando los principios básicos del derecho internacional humanitario”. Faiz Mohammed, una figura local, advirtió: “Esto va en contra del Islam. Los afganos estarán conmovidos por estas noticias. Es muy humillante y habrá consecuencias muy peligrosas.” Los musulmanes se han enfurecido por una letanía de controversias, desde informes por trato brutal a prisioneros por los militares, la supuesta profanación del Corán en la prisión de Guantánamo en Cuba y el abuso en la cárcel de Abu Ghraib en Irak. Todos han sido interpretados a lo largo del mundo musulmán como prueba de que Estados Unidos desprecia el Islam. No sólo el daño a la imagen de Estados Unidos ha sido inmenso; cinco meses atrás, los reclamos por el caso del Corán provocaron revueltas antiestadounidenses en Afganistán, en las cuales murieron 15 personas.
Dupont dijo que los soldados le dijeron que estaban quemando los cuerpos “por razones higiénicas”. Pero en una entrevista con la cadena australiana, dijo que transmisiones posteriores de la unidad psicológica mostraron que estaban conscientes de que la cremación era una profanación. “Usaron eso como una operación militar psicológica, creo que así lo llamarían”, dijo Dupont. “Querían incitar deliberadamente la ira de los talibanes, para que los talibanes los ataquen. Esa es la única forma que tienen de encontrarlos.”
Un vocero del Departamento de Estado encabezado por Condoleezza Rice dijo: “Estas son acusaciones muy serias. Si hay algún comportamiento indebido, los responsables tendrán que rendir cuentas”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Virginia Scardamaglia.