EL MUNDO
La socialista Michelle Bachelet salió fortalecida del primer debate
De cara a las presidenciales de diciembre en Chile, la candidata de la Concertación, Michelle Bachelet, ganó el primero de los dos debates a los representantes de la derecha, Sebastián Piñera y Joaquín Lavín, y al izquierdista Tomás Hirsch.
Michelle Bachelet estaba ayer un paso más cerca de La Moneda. Este fue el resultado que dejó el primero de dos debates televisivos entre los cuatro principales candidatos a suceder al presidente chileno Ricardo Lagos. Los principales temas fueron la actualidad chilena, como el aumento de la delincuencia, la desigualdad social, la concentración económica en manos de grandes empresas y el actual sistema privado de pensiones y la política exterior. En este último punto, los cuatro coincidieron en que es necesario avanzar sobre la integración latinoamericana.
Joaquín Lavín, de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), adoptó desde el principio un tono de confrontación, atacando duramente al gobierno de Lagos con su tradicional cuestionamiento a su “debilidad” para combatir delincuencia. Sin quebrar su habitual tranquilidad, Bachelet se identificó con las políticas de la Concertación, aunque no quiso quedarse en una mera defensa a Lagos. El otro candidato de derecha, Sebastián Piñera de Renovación Nacional (RN), en tanto, hizo énfasis en la desigualdad, en la concentración de la propiedad y en el desempleo. Su buen desempeño ayer lo posicionó, según los sondeos, como el segundo mejor candidato del sondeo, después de la discípula de Lagos. Finalmente, Tomás Hirsch, de la alianza de izquierda Juntos Podemos, atacó el sistema neoliberal, aunque para sorpresa de muchos, no propuso drásticos cambios, como la estatización de empresas. En cambio, planteó un aumento en los niveles de igualdad, principalmente a través de una mayor recaudación fiscal.
El debate, que obtuvo 25,4 puntos de rating, fue el programa más visto en Chile el miércoles a la noche y, además, consiguió una buena audiencia en América latina. Para alegría de estos espectadores, el desarrollo de la integración latinoamericana fue el tema en el que no hubo disidencia. La favorita de todas las encuestas, Bachelet, instó a trabajar con los países vecinos –Perú, Bolivia y Argentina– para nivelar tasas arancelarias y así avanzar en una integración más rápida. También destacó el trabajo que se debe hacer en “infraestructura, como conductos gasíferos, túneles (...), todo lo que es el anillo energético que permitirá que los países de Latinoamérica podamos contar con la energía suficiente”.
Los derechistas Piñera y Lavín se refirieron a la conflictiva relación con Bolivia, país con el cual Chile no mantiene relaciones diplomáticas desde hace más de 27 años por un centenario reclamo de salida al mar de parte del gobierno de La Paz. “Hemos descuidado la relación con nuestros vecinos. Con Perú y Bolivia tenemos una agenda del pasado que nos divide. Pero también tenemos una agenda del futuro que nos une, mayor integración económica, aprovechamiento conjunto de los recursos minerales e hídricos, integración energética”, aseguró Piñera.
Venezuela y Estados Unidos no podían quedar afuera del debate. Hirsch y Bachelet reconocieron la importancia de la relación con el presidente Chávez. La candidata oficialista incluso se animó a criticar: “Creo que es un error de aquellos que consideran que el presidente Chávez es un peligro para América latina. Chile tendrá con Venezuela la relación que corresponde con todo Estado soberano”. Sin embargo, destacó que “con la firma del TLC hemos abierto un montón de posibilidades que ha permitido que nuestra economía se desarrolle adecuadamente, por lo tanto en esa línea vamos a continuar”. Piñera, a pesar de reconocer los beneficios de la relación con Washington, recordó que “Chile hizo muy bien en no ir a la guerra de Irak. Chile nunca debe olvidarse que es parte de América latina”.