EL MUNDO
› EN EL MARCO DE LAS ADVERTENCIAS DE EE.UU.SOBRE EL PLAN NUCLEAR IRANI
Retórica explosiva de Irán con Israel
El presidente Mahmoud Ahmadinejad dijo: “Israel debería ser borrado del mapa”. Tel Aviv pide que Teherán sea excluido de la ONU.
Israel debería “ser borrado del mapa”. Es la nueva propuesta del presidente ultraconservador de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, que provocó una tormenta diplomática y arriesgó así un aislamiento más profundo de su país. Como respuesta a dichas declaraciones, Israel decidió pedir ayer la expulsión de Irán de la ONU. Lo cierto es que la negativa de Teherán de reconocer oficialmente el derecho de Israel de existir es un gran obstáculo al mejoramiento de relaciones entre Irán y Occidente y la declaración echa combustible a los argumentos israelíes –y sus aliados estadounidenses– de que la República Islámica tiene intenciones de construir una bomba nuclear.
Las declaraciones de ayer –la primera explosión de un líder iraní en muchos años– no hicieron nada para disipar los temores de Israel y EE.UU. En un discurso a 4000 estudiantes radicales, que asistían a una conferencia titulada “El mundo sin sionismo”, el presidente fue saludado con cánticos de “Muerte a Israel”. Ahmadinejad, ex oficial de los Guardianes de la Revolución (el ejército ideológico del régimen de los ayatolas), se hizo cargo de la presidencia iraní en agosto pasado, en sustitución del reformador Mohamad Jatami. Su llegada al poder coincidió con un endurecimiento del régimen islámico y con la ruptura de relaciones diplomáticas con Tel Aviv, que fue una de las primeras acciones de la República Islámica tras su creación, en 1979. Ahmadinejad declaró a su audiencia que “los líderes de la nación musulmana que reconocen a Israel arderán en las llamas de la ira de su propia gente”.
“El mundo islámico no permitirá que su enemigo histórico viva en el corazón de su tierra”, continuó Ahmadinejad. Aduciendo que expresaba la opinión del anterior líder espiritual de Irán, ayatola Ruhollah Khomeini, agregó que “Israel debe ser borrado del mapa”. “El imán (ayatola Khomeini) profetizó que Israel desaparecería, tal como también profetizó el fin del bloque comunista y del régimen (iraquí) de Saddam Hussein”, dijo. “Con la ayuda de Dios, la erradicación de Israel se conseguirá a través de la sabiduría continuada del pueblo palestino”, declaró. El presidente calificó además el conflicto de Medio Oriente como “una batalla entre el imperialismo mundial y el frente santo del mundo islámico”.
El ministro del Exterior israelí, Sylvan Shalom, contraatacó declarando que las afirmaciones mostraban que Irán es un “peligro evidente y actual” y subrayó que “no es la primera vez que ese régimen (de Teherán) espera la destrucción del Estado de Israel”. Agregó también que ese tipo de régimen es muy extremo y será una pesadilla para la comunidad internacional si se hace con la bomba atómica. Un vocero del Ministerio del Exterior dijo además que “el comentario enfermizo sólo reforzará aún más la preocupación sobre las ambiciones nucleares de Irán”, refiriéndose al programa nuclear que Teherán se niega a abandonar y que, según Tel Aviv y Washington, no tiene fines pacíficos, como afirman los iraníes, sino militares.
Por su parte, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, encomendó a su embajador ante la ONU, Dan Gillerman, que presente la demanda para que se suprima la membresía de Irán en el organismo internacional. El viceprimer ministro, Shimon Peres, catalogó la actitud de Ahmadinejad como un “crimen contra la humanidad”, que contraviene además la Carta de la ONU. “Se debe presentar una petición clara y neta al secretario general de la ONU (Kofi Annan) y al Consejo de Seguridad para obtener la expulsión de Irán de la organización”, afirmó Peres en una carta abierta dirigida a Sharon. La misiva subrayó que “es inconcebible que en la dirección de un país miembro de la ONU se encuentre un hombre que hace un llamamiento al genocidio”.
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