La comunidad judía argentina pidió al gobierno de Néstor Kirchner que condenara al presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, quien públicamente negó el Holocausto y dijo que Alemania y Austria deberían ceder una provincia a Israel para que “los judíos dejen Jerusalén, que es islámica”. Hace dos semanas, Ahmadinejad había dicho que Irán hará todo lo posible para “borrar a Israel del mapa”. Los dirigentes de AMIA, DAIA y la Organización Sionista Argentina expresaron que “una vez más, el presidente iraní presenta al mundo el verdadero sentimiento antisemita, intolerante, beligerante y antidemocrático”.
En una rueda de prensa que ofreció en La Meca, Arabia Saudita, Ahmadinejad dijo que “algunos países europeos insisten en decir que Hitler envió a millones de judíos inocentes a los hornos crematorios. Y tanto insisten en este tema que condenan y envían a la cárcel a todo aquel que demuestre lo contrario. Si bien nosotros no aceptamos esa visión de la historia, imaginemos que son correctas, entonces les preguntamos a los europeos por qué no les ceden a los sionistas varias provincias, por ejemplo en Alemania, para que creen su estado allí. Ellos, los sionistas, no tienen raíces en Palestina, pero han tomado las riendas del destino de Palestina y han convertido a sus habitantes originales en errantes”.
El portavoz del primer ministro israelí, Ariel Sharon, sostuvo ayer que “quiero recordarle al señor Ahmadinejad que los judíos estuvimos en estas tierras mucho antes que sus antecesores. Tenemos derecho a vivir aquí, en la tierra de los nuestros”.
En un comunicado emitido ayer, los dirigentes de la comunidad judía argentina reiteraron “un explícito llamado al Gobierno para que claramente exprese su condena y exija a las Naciones Unidas severas sanciones contra el régimen iraní”. AMIA y DAIA vienen insistiendo con la necesidad de romper totalmente relaciones con Irán –hoy al nivel de agregados comerciales– a raíz de la responsabilidad que adjudican a la organización libanesa proiraní Hezbolá en los atentados contra la AMIA y la Embajada de Israel. El régimen de los ayatolás siempre negó que tuviera que ver con aquellos ataques, pero la Justicia argentina insistió en que el supuesto suicida del atentado contra la AMIA, Ibrahim Hussein Berro, respondía a Hezbolá.
Ahmadinejad fue elegido en las últimas elecciones de Irán y representa a la franja más islamista y dura. Su triunfo fue sorpresivo y los especialistas sostienen que ganó básicamente porque el electorado lo vio como un hombre tosco, austero, que siempre vivió en un barrio humilde, pero que sintonizaba con el espíritu de protesta que existe en la sociedad iraní. Lo que hace más difícil la postura del gobierno de Kir-chner es que, por un lado, en la Cumbre de Mar del Plata condenó la declaración de Ahmadinejad de “borrar a Israel del mapa”, pero por el otro no se quiere sumar a los argumentos que favorecerían una intervención norteamericana en Irán. Y debe tener en cuenta que Hugo Chávez tiene buenas relaciones y ha sido elogioso con el régimen iraní.