EL MUNDO
› OLLANTA HUMALA, LIDER DE LOS SONDEOS EN PERU
La moda del militar carismático
› Por Laura Puertas *
Desde Lima
Un ex coronel del ejército que en el año 2000 se sublevó, junto con 50 soldados, contra el régimen de Alberto Fujimori, podría convertirse en el nuevo presidente del Perú en los próximos meses. El ultranacionalista Ollanta Humala ocupa actualmente el primer lugar en las encuestas sobre intención de voto ante las elecciones presidenciales del próximo abril. Ha desplazado en cuestión de semanas a dos ex presidentes y a la candidata favorita –la conservadora Lourdes Flores– con un discurso populista y antisistema.
Ollanta pertenece a una familia pintoresca. Es el tercero de siete hermanos de pomposos nombres como Ulises, Antauro, Pachacútec, Katia, Cusi Coyllur e Imasúmac. Los Humala, liderados por su padre, Isaac, fundaron el movimiento etnocacerista con intención de reivindicar la resistencia cívico-militar que en 1881 encabezó el mariscal Andrés Avelino Cáceres durante la guerra con Chile. En octubre del año 2000, dos de los Humala saltaron a la fama. Antauro –entonces mayor del ejército– y el coronel Ollanta se alzaron en armas en un poblado cercano a la frontera con Chile en contra del gobierno de Alberto Fujimori. Esa fue la partida de nacimiento del denominado etnocacerismo. Una corriente que promueve el ultranacionalismo militar, basado en principios violentos y racistas.
Desde ese entonces, Antauro se dedicó a hacer conocido a su partido y a promover a su hermano Ollanta. Utilizando reservistas del ejército a los que vestía con uniforme militar y pagaba algo más que el sueldo mínimo, recorrió el país vendiendo un periódico al que bautizó como Ollanta. Años después, sin embargo, los Humala pasaron al olvido.
En enero de 2005 volvieron a ocupar las primeras planas. Antauro tomó por asalto el puesto policial de Andahuaylas –en la zona sur del país– exigiendo la renuncia del presidente Alejandro Toledo y prometiendo fusilar a los políticos corruptos, nacionalizar las propiedades extranjeras y atacar a Chile. Antes del cruento desenlace –seis muertos, cuatro de ellos policías–, Ollanta, entonces adjunto a la agregaduría militar en la Embajada de Perú en Seúl, se pronunció a favor del asalto al puesto policial. Luego, sin embargo, tomó distancia de su hermano Antauro, hoy preso en un penal limeño, donde espera ser procesado por la muerte de los policías en la asonada de Andahuaylas.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.