EL MUNDO › PERMITEN VOTAR EN JERUSALEN ORIENTAL, PERO NO A HAMAS
Mientras Ariel Sharon continúa en coma, Ehud Olmert, el primer ministro israelí en funciones, tomó su primera decisión importante, que ya ha creado controversia: los palestinos podrán votar en Jerusalén oriental. No obstante, Olmert se mantuvo firme en la postura antes defendida por su mentor: Hamas no puede hacer campaña allí ni se permitirá que forme parte del futuro gobierno. La prohibición se hizo efectiva ayer cuando unos diez activistas de la organización radical fueron arrestados, entre los que se contaban cuatro candidatos, uno de ellos el segundo de la lista electoral. Desde el Likud, antiguo partido de Sharon y Olmert, cuestionaron la decisión, a la que calificaron de “peligrosa concesión”.
Hace ya casi dos semanas que Sharon sufrió el derrame cerebral que lo obligó a ser internado nuevamente y a caer en un coma farmacológico del que ahora los médicos no lo pueden despertar a pesar de haber retirado toda la anestesia. El último capítulo de la lenta recuperación del que fuera el hombre fuerte indiscutido de la política israelí fue la traqueotomía que le realizaron ayer para facilitarle la respiración y desconectarlo definitivamente de las máquinas que lo asisten. Desde el hospital Hadassa, donde está internado, las versiones difieren. En tanto Félix Umansky, el neurocirujano rosarino que operó tres veces a Sharon, pidió paciencia y aseguró que “la prensa y otros médicos no están dando a este hombre el tiempo suficiente para recuperarse”, otra fuente médica, que no quiso dar su nombre, advertía que si “no recobra la conciencia en los días venideros, sus posibilidades de recuperarse serán mínimas”.
La amenaza del presidente de la Autoridad Palestina (AP) parece haber funcionado. Después de las reiteradas negativas del gobierno israelí, Olmert decidió ayer permitir la votación el próximo 25 de enero en Jerusalén oriental, zona hasta ahora vedada al sufragio palestino dado que el Estado de Israel no reconoce la división de la ciudad, su capital. El problema radica en que los palestinos también la consideran la capital de su aún inexistente Estado palestino, lo que aumenta aún más el valor simbólico del voto árabe en Jerusalén. La derecha israelí, representada por el ex oficialista Likud, ya condenó la decisión de Olmert, al que acusaron de haberse “arrodillado ya en su primera prueba”.
La luz verde que dio el gobierno, que puede ser leída como una forma de descomprimir una posible reacción palestina en un momento de alta incertidumbre entre la dirigencia israelí, no fue total. La prohibición contra Hamas sigue rigiendo y ya promete darle dolores de cabeza al gobierno. Las detenciones de militantes y candidatos de la organización radical podría ser sólo el comienzo ya que fuentes de Hamas ya aseguraron que se presentarán a las elecciones y harán campaña con todos “los medios a su alcance”. Israel se rehúsa a permitirlo y ya adelantó que no aceptará un gobierno en el que participen militantes de la organización, miedo que parece por demás fundado, ya que los sondeos le otorgan un apoyo del 30 por ciento, sólo superado por el Fatah –el partido de la AP– en cinco puntos porcentuales.
El gobierno de Mahmud Abbas está entre la espada y la pared. Por un lado, Estados Unidos e Israel ya le han advertido que si Hamas participa del futuro gobierno se cortarán todas las negociaciones de paz. Por otro lado, la popularidad de la organización radical es innegable. El propio ministro de Planificación palestino, Ghassan Hatib, reconoció el peligro de proscribir a Hamas. “Es peor que evitar que cualquiera haga campaña”, aseguró, y agregó: “Esto sólo aumentará el apoyo del público a Hamas”.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux