La esperada investigación de la comisión policial independiente sobre la muerte del brasileño Jean Charles de Menezes, abatido en Londres el 22 de julio pasado por la policía que lo confundió con un terrorista, fue entregada ayer a la fiscalía, que decidirá si presenta cargos criminales contra los oficiales implicados (en la foto, un homenaje callejero). El jefe de la policía de Londres, que defendió en un primer momento el tiroteo y después pidió disculpas por el “trágico error”, está en la mira por cómo manejó la situación. También está en la mira el gobierno de Tony Blair, tras conocerse un documento que sugiere que hubo más pedidos de Washington para utilizar aeropuertos británicos para transportar a sospechosos de terrorismo, de los que admitió el Ministerio de Exteriores. El memorándum reabrió así el debate sobre los presuntos vuelos secretos de la CIA sobre territorio británico.