EL MUNDO › EL BUSCADOR DE LA WEB ACEPTO LA CENSURA DE CHINA
› Por Javier Del Pino *
Desde Washington
Google ha resuelto un conflicto entre la ética y el dinero con una decisión que, según los analistas, sacrifica lo primero para conseguir lo segundo: la empresa de búsquedas por Internet ha aceptado finalmente la censura impuesta por el gobierno de China con tal de competir en ese mercado de suculentas posibilidades. Los buscadores de Yahoo y Microsoft ya aceptaron en su momento las mismas restricciones. Los usuarios chinos, sometidos a las restricciones cibernéticas de su gobierno, accederán a una versión reducida de Google en la que, por ejemplo, no se puede buscar la expresión “derechos humanos”.
En total, la versión china de Google (www.google.cn) prohíbe la búsqueda de 1000 términos y expresiones o manipula los resultados para mostrar los que se ajustan a la política del gobierno de Pekín. Entre los términos prohibidos figuran lo que ya se conoce como “las tres t”: Tibet, Taiwan y Tiananmen. Google ha censurado toda la información referente a la independencia de Tíbet o Taiwan y no se puede encontrar ninguna referencia a la masacre de la plaza de Tiananmen.
Tampoco se facilitan enlaces a la secta prohibida Falun Gong ni se permite acceder a información sobre el sistema de supremacía política del Partido Comunista o a explicaciones sobre la palabra “democracia”.
Una búsqueda de las palabras Falun Gong en las páginas convencionales de Google ofrece más de dos millones de enlaces; el primer resultado de la búsqueda es un enlace a las páginas propias de la organización. La misma búsqueda en el servidor chino de Google ofrece sólo 11.800 resultados, y todos ellos negativos contra Falun Gong: “Miembros de Falun Gong encarcelados” es el primero, seguido de “Prohibir Falun Gong”, “Falun Gong secuestra una señal de satélite”, “Falun Gong es antihumanitario, anticientífico y antisocial”, etc.
El buscador de Google en China también eliminó los enlaces a los principales medios de comunicación del resto del mundo, incluido el New York Times, la CNN o la BBC. En realidad, Google no estaba prohibido en China en su versión internacional, pero las búsquedas estaban sometidas al filtro del gobierno (conocido como “La Gran Muralla china”) y por tanto llegaban al usuario con una lentitud poco operativa. Se calcula que la brigada cibernética del gobierno dedicada al seguimiento y la censura de contenidos está formada por más de 30.000 agentes.
Google recordó que su cumplimiento de las leyes chinas no es novedoso: también acepta prohibiciones en Alemania (donde no se permite acceder a páginas de Internet que nieguen la existencia del Holocausto) y en Francia, donde no están prohibidas las páginas que hagan apología del racismo.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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